Las competiciones de pilota valenciana permanecerán al margen de los controles antidopaje de la Agencia Española Protección de la Salud en el Deporte (Aepsad). Pese al decreto aprobado por el Gobierno el pasado 17 de febrero, con el que se adapta finalmente la legislación nacional en esta materia a las exigencias del código mundial antidopaje, los trinquets seguirán, como hasta ahora, sin recibir la visita de los «vampiros» de la agencia, a diferencia de lo que sí ocurrirá con el resto de modalidades deportivas de España.
El motivo por el que los jugadores de pilota no pasarán estos controles antidopaje es que el Consejo Superior de Deportes (CSD) no reconoce oficialmente la tradicional práctica valenciana como un deporte. Y es que, tal como se apunta desde el CSD, para que una actividad deportiva sea considerada deporte debe tener o formar parte de una «estructura federativa nacional». En este sentido, cabe recordar que desde la década de los años ochenta del siglo pasado la Federació de Pilota Valenciana no se incluye en la Federación Española de Pelota. El ente valenciano prefirió entonces salirse de esta organización, en la que sí están las federaciones de pelota de otras comunidades autónomas, al entender que era preferible para sus intereses y sus deportistas avanzar siguiendo un camino propio, atendiendo a las necesidades específicas de sus particulares modalidades.
Por contra, de esta federación española sí que participa la Federación de Frontenis y Pelota de la Comunidad Valenciana, compuesta por clubes de frontenis. En este caso, la agencia antidopaje sí llevará a cabo los pertinentes exámenes a sus participantes.
Así pues, mientras la Federació de Pilota Valenciana continúa como una institución independiente de la federación estatal, el CSD se niega a catalogar la pilota valenciana -en ninguna de sus modalidades- como un deporte oficial. Por lo tanto, y pese a la reciente aprobación del decreto gubernamental, la Aepsad no vigilará la limpieza del juego autóctono en sus competiciones.
Hasta ahora, la agencia no podía efectuar controles antidopaje en suelo español porque tenía suspendida la acreditación del Laboratorio de Control del Dopaje de Madrid. Este escenario, sin embargo, cambia radicalmente con esta última modificación legal. España pasará a cumplir con todos los requisitos de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) y en los próximos días este órgano mundial dará luz verde a que la agencia española inicie sus muestras y sus análisis.
A partir de ese momento, la agencia será la responsable de supervisar a los deportistas de todas las modalidades en España, sin que ninguna federación tenga que abonar un solo euro. En la larga lista de deportes reconocidos por el CSD y supeditados a estos controles antidopaje se encuentran modalidades tan llamativas como la lucha leonesa. La pilota valenciana, sin embargo, se queda fuera.
Eso sí, la pilota tiene en su mano poder llevar a cabo sus propios controles antidopaje si así lo desea. El único obstáculo es que deberá pagarlos. La Aepsad se ofrece a efectuar las muestras y los análisis de las mismas en su laboratorio. No obstante, en este caso los controles no son gratuitos. El precio público aproximado para un control antidopaje es de 600 euros. En el caso de que la Federació de Pilota Valenciana decidiera pagar por tener sus controles mediante la agencia, la entidad con poder sancionador sería la propia federación valenciana. Es decir, en el supuesto caso de que se encargaran una serie de pruebas antidopaje y hubiese algún positivo serían los responsables de la propia Federació de Pilota Valenciana los que tendrían la potestad para decidir qué sanción imponer al deportista implicado.
