Más de 3.000 kilómetros por delante por las carreteras, caminos y desierto de Marruecos. Esto es lo que tienen que completar los 300 participantes en la novena edición del Panda Raid que salió el sábado desde Madrid y que es la más multitudinaria de todas las celebradas. Este particular rally, en el que todos los coches compiten en igualdad de condiciones, pues todos van en un Fiat Panda, tiene también un lado solidario porque van a colaborar en la construcción y desarrollo de una escuela bioclimática infantil en Ait Ahmed, en la provincia de Agadir. Con este proyecto, se pretende cuidar el ecosistema, pues se construirá con materiales locales y eficientemente energéticos. Además, cubrirá un tramo educativo que no es obligatorio en Marruecos.

Entre los participantes, hay varios equipos valencianos como, por ejemplo, el «Panxeta Team», cuyo coche salió el viernes desde Barxeta en dirección a Madrid, de donde partía el sábado la etapa cero en dirección a Algeciras. Este está conformado por dos aficionados al mundo del motor como son Andrés Giner y José Tomás, que participan por primera vez en esta aventura y que también tienen un proyecto solidario particular. De hecho, van a dedicar el 20 por cien de lo que han recaudado con patrocinadores y colaboradores a investigar enfermedades raras musculares que afectan a algunos jóvenes de Barxeta, por eso van a dedicar estos fondos a las asociaciones Asem y Fundame. Ellos consideran que «las enfermedades raras están necesitadas de recursos económicos para su investigación y tratamiento, los cuales muchas veces no llegan, precisamente, por no afectar a un gran porcentaje de la población». Además, también se va a repartir juguetes y material escolar por aquellos poblados por los que se vaya pasando.

Así, con toda esta ilusión y con la fuerza y las ganas de participar en un evento de estas características e integrarse en una cultura tan cercana, pero tan distinta, como la marroquí, salió el Panxeta Team ayer, junto al resto de participantes, en la primera etapa oficial que se disputaba entre Nador y Tissaf. Luego les esperan otra cinco etapas en las que se enfrentarán al desierto, a las montañas y a todo tipo de obstáculos hasta llegar el viernes a Marrakech.

Este rally tiene como filosofía y objetivo también «dejar atrás, al menos por unos días, el bullicio de la civilización y la dependencia de la tecnología».