Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Entrevista

Dani de Benavites: "Lo dejo, pero jamás podré arrancarme la pilota de dentro"

Daniel Gómez Giménez, Dani de Benavites, uno de los mejores «mitgers» de su época, se retirará al finalizar la Lliga después de 23 años como jugador profesional

Dani de Benavites: "Lo dejo, pero jamás podré arrancarme la pilota de dentro"

P ¿Por qué ha decidido que es el momento de dejar la pilota?

R Lo llevaba pensando unos meses y es por varios factores. La edad está ahí, son 42 años camino de los 43, y es para replanteárselo. Además, tengo claro que no quiero acabar a un nivel que no sea aceptable y tengo claro que el momento de la retirada debe ser digno. Otro factor es que a mi mujer le ha salido trabajo fuera y eso lo precipita un poco todo. Es el momento adecuado.

P Sabiendo que está ante sus últimas partidas, ¿en qué piensa cuando se prepara las manos?

R Lo disfruto todo más. Me quedan pocas tardes y quiero saborearlas, quiero que todo salga bien, arreglarme perfecto. Desde que anuncié que me lo dejaba, en todos los trinquets he recibido muchas muestras de afecto. Me dicen que me lo piense mejor. Yo trato de saborearlo todo al máximo para irme con un buen sabor de boca.

P ¿Es injusto que se valore más a los restos que a los «mitgers»?

R Tal vez, pero los jugadores que están detrás dominan todos los golpes, por eso son ellos los números uno. Ahí está Paco Genovés, que jugaba prácticamente solo contra los tres mejores a diario. Es un mundo aparte. Paco es el dios de la pilota. No ha habido nada igual en ningún otro deporte.

P Es que lleva muchos años pasando por esos trinquets...

R Jugando a pilota llevo desde que era un niño, con 5 años, en la calle. Todos jugábamos en la calle. En el trinquet empecé con 14 o 15 años, y, como profesional, desde que volví de la mili con 19 años. Jugué la primera Lliga de punter con Puchol padre y Grau. Después ya las jugué todas de mitger.

P ¿Está satisfecho de su trayectoria en la pilota?

R De pequeño, mi sueño era llegar a profesional y vivir de la pilota. Si ganaba títulos o era el número uno o dos o tres... En eso no pensaba. Solo quería dedicarme a la pilota. Vivir de lo que te gusta es muy bonito. Yo he vivido de la pilota y eso es imborrable. Encima, he tenido la suerte de ganar cosas y eso es aún más bonito.

P ¿La pilota le ha quitado algo?

R Tal vez me apartó de los estudios demasiado joven. Con 16 años me iba mal en el instituto y comenzaba a jugar partidas y le dije a mi madre que solo quería jugar. No lo recomiendo, pero mis padres me apoyaron. Me salió bien, pero me pudo salir mal. Con 30 años decidí volver a estudiar, hice el acceso a la universidad y luego me saqué la carrera de Magisterio. Lo que no hice con 17 años lo hice más adelante. A los chavales siempre les digo, y más hoy tal como está la pilota profesional, que lo primero es estudiar.

P ¿Cómo quiere que se le recuerde dentro del trinquet?

R Prefiero que me recuerden más a nivel personal que deportivo. Que digan que soy un buen tío. Si era mejor jugador o no eso va con el gusto de cada uno. Intento ser amigo de todos y tener buen comportamiento dentro del trinquet, es un deporte de cavallers.

P ¿Tendrá «mono» de pilota?

R Siempre estaré vinculado a la pilota. La llevo dentro. Que esté vinculado a la pilota profesionalmente, no lo sé, tendré que trabajar de lo que sea. Sentimentalmente siempre estaré unido a la pilota porque es lo único que he hecho en mi vida y no concibo nada sin la pilota. Lo dejo, pero es imposible que me pueda arrancar la pilota de dentro y no ir más al trinquet.

P¿Es la Lliga de Dani y Genovés II?

R Yo le digo a José que es suya y él dice que es mía. Además, Carlos aún no la ha ganado todavía. José viene de una mala racha, así que ojalá la ganemos, yo por él, él por mí y los dos por Carlos. Pero en las semifinales todos van a muerte y todo puede pasar. He visto de todo en las semifinales de la Lliga.

P ¿Qué título de los que ha ganado le ha hecho más ilusión?

R He ganado las dos jugando en pareja contra tríos en las finales, eso tiene mérito. En la segunda que gané, en 2011, venía de una lesión en el hombro que me costó de recuperar casi seis meses. Recuperarte y ganar da mucha satisfacción. Eso lo recuerdas siempre.

P ¿Convivió con la mejor generación de «mitgers»?

R Hoy en día hay mitgers muy buenos, distintos. Jugué mucho, los sufrí y aprendí con Grau y Sarasol II. Eran dos mitgers que jugaban una barbaridad. Una partida contra Sarasol II era una lección. Ha habido tardes imborrables jugando contra él. Cuando se fue lo eché de menos.

P ¿Qué vestuario deja?

R He tocado varias generaciones. Con 20 años conocí a Puchol padre, Sarasol, Pigat, Fredi... Ahí era mirar y callar. Luego, con gente de mi edad como Núñez, Álvaro, Sarasol II, Voro de Montserrat... Ahí había más confianza. Después ha llegado una última hornada de jugadores. Todo cambia. Antes en el vestuario estaban los jugadores jugando a las cartas, ahora vienen con los auriculares puestos, con el WhatsApp, viendo vídeos en el teléfono. Hay jugadores que llegan con las manos preparadas. A mí me tira ese vestuario más genuino, más romántico de antes. Lo echo de menos. Ahora el jugador va a la suya, acaba, se ducha y se va. Tiene otras preocupaciones. Es distinto.

Compartir el artículo

stats