Al Valencia Basket le queda todavía una victoria para conseguir su cuarto entorchado continental, un triunfo para volver a conseguir jugar por cuarta vez en su historia la Euroliga, el anhelo eterno de un club que trabaja mucho por volver a la élite del baloncesto europeo. Y es que volver a la Euroliga no solo representa estar presente en la mejor liga del mundo después de la NBA, sino también situar al club de la Fonteta y el de la ciudad en el panorama más alto en el deporte de la canasta.

La Euroliga ha estrenado en la actual campaña un sistema competición novedoso y a la vez competitivo. La primera fase asegura jugar jugar un mínimo de 30 partidos entre los 16 equipos participantes. El pastel económico es evidentemente mucho más alto que el de la Eurocup. Con un acuerdo entre la competición de Bertomeu y la empresa IMG que asciende a 360 millones durante 10 años, los clubes se aseguran un reparto que para los clubes que llegarán más lejos superaría los 2 millones de euros.

En la Eurocup, el premio para el campeón es de 200.000 euros más unos bonos por triunfos que han ido aumentando en función de cada una de las rondas disputadas.

Continuidad al proyecto

Plantear un equipo competitivo sería el siguiente reto a consumar. No hay que olvidar que Pedro Martínez, técnico de los taronja, acaba contrato al finalizar esta temporada. El deseo del club pasa porque el entrenador catalán siga y dar así continuidad a un proyecto que debe seguir creciendo y afianzándose. Al margen del preparador barcelonés muchos jugadores finalizan su vinculación al acabar la presente campaña como Van Rossom o Diot y poder ofrecer una nueva participación en la Euroliga será un arma a favor para poder retenerlos en la Fonteta.

Al margen de ellos, los retoques que se tengan pensados vendrían reforzados por la motivación de llegar a un club que siempre ayuda a crecer. Este 2017 será seguro un año importante para el club con la culminación de las obras de l´Alqueria del Basket. La instalación sigue su progresión y estará finalizada antes de que conluya el presente ejercicio. Sin haber nada definitivo, la consolidación de este proyecto de base junto a la proyección continental del club podrían promover esa idea de dar cabida a una nueva instalación que tome el testigo de la Fonteta. Pese a lo remozada que ha sido durante todos estos años, gracias al esfuerzo económico del propietario del club Juan Roig, la ciudad de Valencia sigue anhelando un pabellón nuevo, actual y adecuado para poder albergar grandes citas deportivas como una Copa del Rey o una Final Four al margen de otro tipo de eventos musicales o artísticos.

Con una masa social consolidada, la afición del Valencia Basket ha demostrado ser una de las más fieles en España. Son ya muchos los partidos donde las entradas han sido agotadas y el aforo ha estado completo. Poder disfrutar de ver a los mejores clubes del continente en Valencia asentará algo más los cimientos de un Valencia Basket que engancha.