"El chaval no tiene por qué hacer cosas raras. Está cobrando religiosamente del Valencia (unos 1.500 euros al mes)", apuntan desde la cantera valencianista sobre Mikey Fernández, el mediocampista alicantino de 20 años detenido por haber participado supuestamente en el amaño del Barça B-Eldense del pasado sábado (12-0).

Mikey llegó a Paterna en Cadetes y pasó por todas las categorías hasta llegar al Mestalla, donde se vio frenado su progresión y se marchó cedido primero al Guijuelo y después al Eldense. "Es un chico normal que nunca causó ningún problema, pero si se confirma que ha amañado ese partido, se le rescindirá el contrato automáticamente", afirman desde el club de Mestalla.

De todas formas, Mikey acaba contrato en junio con la entidad valencianista. El mediocampista, que ha vivido muchos años en la residencia del Valencia, se pasó el lunes por las instalaciones de la Academia en Paterna para tratarse de una lesión y se mostró compumgido por la derrota y dijo ser ajeno a todas las sospechas sobre la venta del partido. De hecho, tras recibir esa goleada récord, el propio Mikey escribió un tuit que levantó una ola de apoyos: "El día más duro de mi vida", escribió y muchos, conmovidos, le animaron a seguir "trabajando". El jugador ya había despertado la solidaridad de los rivales azulgrana al marcharse del encuentro envuelto en lágrimas.