La fiesta de la final de Escala i Corda pudo, por apenas un centímetro, haberse convertido en tragedia. Javi de Massalfassar dudó en jugar de «volea» a punta de palco, lo pensó mejor y la dejó a su compañero Soro III, dos metros detrás de él. Quizás pensó que la jugaría al rebot, el caso es que no volvió la cara a la pelota que fue restada con toda su potencia por Quico. Un tremendo impacto hizo temer lo peor. Saltaron las alarmas, pero la pelota quiso impactar en la ceja derecha y no en el globo ocular. De haberlo hecho, la desgracia hubiera sido inevitable: el mismo desenlace que le ocurrió al inolvidable, Vicente Ruiz Sanfélix, « Xatet de Museros».

A los aficionados más veteranos les vino aquel recuerdo. Aquel impacto que acabó con la carrera de una de las leyendas de la pelota la tarde del sábado 27 de marzo de 1976. No fue un golpe directo a dos metros. Fue una pelota rebotada de la muralla la que le ocasionó la pérdida de un ojo. Contaba con 44 años, ya en las postrimerías de una carrera impresionante. Alguien dijo de él, cuando se anunciaba como el mejor «punter-mitger», que el Xatet nunca aprendió a jugar a pilota, «perquè el pariren jugador». Se presentó en Pelayo un 23 de marzo de 1949, junto al Morquero contra Pascual I y Micalet. Este último comentó: «Lo que m´ ha costat dependre 20 anys, ho ha deprés este xiquet en un dia».

Aquel pelotari impresionaba por el dominio de la estrategia, por buscar los huecos y la «careta», por tocar muralla y escala o por «tallar corda». Como punter nadie le superó en más de 20 años? Hasta el fatídico día en que perdió un ojo. Recibió varios homenajes benéficos. El más destacado, el 30 de abril de 1976 en Pelayo: Genovés, Ruiz y García vencieron a Eusebio, Roget de Riola y Pascual (60- 35). Afortunadamente, Javi de Massalfassar estará, a sus 33 años, en plenitud de facultades, en la final del próximo domingo en Pelayo. Por un centímetro.