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Hoy se juega la promoción de ascenso a Segunda

Las argucias del estratega Seligrat

El entrenador del CD Alcoyano cambia el número de los dorsales a sus jugadores para «molestar» a los equipos rivales

La afición de El Collao confía en poder volver a celebrar este año un nuevo ascenso a Segunda división. levante-emv

Los partidos de promoción de ascenso, desde Tercera hasta Segunda división, dejan historias que evocan a la picaresca del Lazarillo de Tormes. Dentro de la legalidad, se usan todo tipo de argucias y artimañas para lograr el objetivo de subir de categoría. Desde que existen este tipo de partidos se han visto de todos los tamaños, formas y colores. Uno recuerda, por ejemplo, que el Oliva puso antes del partido en la pizarra del San Gregorio los segundos apellidos de sus jugadores para despistar al entrenador del Torrent, Paco Real, en una eliminatoria por subir a Segunda B. Nadie conocía a los futbolistas, claro. Luego, en el campo, eran los habituales Emilio, Saoro?

La última de estas estrategias la ha protagonizado el entrenador valenciano Toni Seligrat, con el CD Alcoyano, en el partido de la promoción de ascenso a Segunda del pasado domingo ante el Cartagena en Cartagonova. Antonio Seligrat Bernal (Torrent, 20-10-1968), intercambió los dorsales de sus jugadores para descolocar al técnico del conjunto murciano, Alberto Jiménez. Sobre el césped del Cartagonova, el delantero centro Mariano lucía el número 4, propio de un defensa, o el central Pau Bosch llevaba el número 7 que corresponde al extremo derecho.

No sé sabe hasta qué punto este tipo de peculiares argumentos tiene o no especial relevancia, pero lo cierto es que el Alcoyano logró un valioso empate a cero, lo que le permitirá tener muchas opciones de eliminar al Cartagena en El Collao. Lo de cambiar los dorsales a sus futbolistas es práctica habitual en Seligrat, que ya lo ha hecho en más de una ocasión. El entrenador de Torrent, curtido en campos de regional y con una dilatada trayectoria por el fútbol de segunda fila, no duda en cargarse toda la liturgia de los puristas del balompié. Lo que hace no gusta a sus rivales, pero tampoco a sus propios jugadores. Él decide. «Lo hago por molestar al rival. A mí me gusta», llegó a explicar Toni Seligrat cuando se le preguntó por el cambio de dorsales de los jugadores. «Suelo hacerlo a lo largo de la temporada», añadía. Y es cierto, ante el Barça B en Liga, por ejemplo, el entrenador valenciano ya cambió los números a sus jugadores.

Seligrat fue jugador de fútbol. Era defensa. Jugó en varios equipos catalanes, fue campeón de Tercera con el Balaguer, y en varios conjuntos aragoneses como el Fraga o el Barbastro. Seligrat tuvo de padrino en los banquillos a Juan Carlos Oliva, de quien fue segundo entrenador en el Aris de Salónica griego. Oliva conocía de jugador a Seligrat desde el año 95, lo tuvo de jugador en el Tremp catalán. En la actualidad, Juan Carlos Oliva es entrenador asistente y analista técnico de Quique Sánchez Flores en el Espanyol, ya coincidió con el exvalencianista durante su etapa en los Emiratos Árabes, mientras que Toni Seligrat trata de lograr que el CD Alcoyano pueda eliminar hoy en El Collao (20 horas) al Cartagena. Aunque sea con los números cambiados.

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