La Fonteta se desquitó y el Valencia Basket consiguió clasificarse para las semifinales de la Liga Endesa y acechar algo más la Euroliga. Como era de esperar, se sufrió y de lo lindo. El conjunto de Pedro Martínez tuvo un comienzo frenético aunque el FC Barcelona, sacó su orgullo perdido durante gran parte de la campaña para llegar al final con opciones de ganar. El equipo taronja consiguió superar sus malos momentos sin ceder nunca la iniciativa en el marcador. Y aguantó las embestidas en el tramo final de Rice para meterse en unas semifinales accesibles en los últimos cuatro años, pero con solo seis participaciones en la historia. Eso denota la complejidad de alcanzarlas. Hoy se espera rival que se saldrá del partido entre el Baskonia y el Gran Canaria. Si es el equipo vitoriano, se perderá el factor cancha, mientras que, si fueran los insulares, se mantendría, una ventaja que ayer marcó el punto de inflexión de la serie. Otro paso más.

San Emeterio hace de líder

Espoleado por el pasillo con el que fueron recibidos los jugadores del Valencia Basket por parte de su afición, el conjunto de Pedro Martínez salió al como una exhalación tras el salto inicial. Con un ritmo de juego vertiginoso, una defensa agobiante y un ataque fluido, los valencianos castigaron el aro de un FC Barcelona absorbido por esta energía inicial que tuvo su epicentro tras un mate estratosférico de Sikma (15-3). A partir de aquí el partido cambió. El equipo de Bartzokas ajustó la defensa y emergieron jugadores como Tomic desde dentro junto a Oleson y Koponen desde el perímetro para igualar las fuerzas. El Valencia Basket bajó su ritmo de puntos que solo pudo encontrar con cuatro tiros libres al finalizar el primer cuarto (19-14). La inercia se mantuvo en el segundo cuarto destacando las siete pérdidas de balón de los taronja, que estrecharon el electrónico (28-26). Afortunadamente para el Valencia Basket apareció San Emeterio para anotar y mantener la renta al descanso (31-26).

Ultima defensa sin falta

En la segunda mitad comenzaron los nervios y el brazo en los valencianos se encogió. El Barcelona se pegó al marcador pese a perder a Claver por lesión mediado el tercer cuarto. Sin apenas juego interior, el choque llegó igualado al último período (49-47). Los errores iban a marcar la gloria o el fracaso. Fueron muchos en los dos conjuntos aunque el Valencia Basket tuvo el temple de mantenerse por delante siempre. Rice cogió de manera descarada la batuta en los de Bartzokas. Pedro Martínez fue fiel a sí mismo y optó por no hacer falta en la última jugada. Renfroe marró el triple final. Se salió de dentro. La fortuna también juega y por fin se quedó en casa.