Fernando San Emeterio fue de nuevo el líder del Valencia Basket en la victoria cosechada el pasado martes ante el Baskonia en el primer partido de las semifinales de la Liga Endesa. El alero cántabro firmó su mejor partido desde que viste la camiseta taronja tras sumar 24 puntos, capturar 7 rebotes, recibir 6 personales y acabar con 31 créditos de valoración. Su mejor marca de esta temporada fue justo el pasado sábado en el choque de cuartos de final ante el FC Barcelona, donde obtuvo 21 puntos de valoración. El tope con el Valencia Basket lo consiguió la pasada campaña también frente al conjunto culé en el Palau Blaugrana: contribuyó a la victoria por 91-94 con 26 créditos de valoración. El partido de San Emeterio de este martes estuvo cerca de convertirse en el mejor del alero en su trayectoria en la Liga Endesa y que se produjo con la camiseta del Baskonia en la campaña 2014-15 cuando llegó a los 32 créditos de valoración en un partido frente al Bilbao Basket.

Icono en Vitoria

El jugador cántabro restó importante al hecho emocional de haber firmado un partido casi perfecto en su vuelta a Vitoria, donde militó durante 7 campañas aunque a nadie se le escapa que saldó cuentas pendientes. Idolatrado por la afición baskonista, su relación con la cúpula del club vitoriano se resquebrajó en 2015, lo que llevó a tomar la decisión de no seguir. El jugador es un icono del Buesa Arena y no es para menos. San Emeterio aglutinó la esencia del Baskonia y su fuerte carácter, algo que muy pocos han podido alcanzar. En el recuerdo de la capital alavesa aún se añora el último título de liga conseguido en 2010, cuando una prodigiosa acción de 2+1 en el último segundo de San Emeterio dio el campeonato al Baskonia.

Cerca de Sevilla

Apodado «El Santo» en Álava, el alero internacional no olvida que precisamente ese año que ganó la Liga Endesa estuvo a punto de abandonar la disciplina vasca para marcharse a Sevilla, donde el entonces Cajasol lo esperaba con las manos abiertas. Querejeta había perdido la confianza en un jugador que había brillado en Valladolid y Girona y para cubrirse los cupos incorporó a Oleson y Pau Ribas. La salida de Vidal al Real Madrid hizo que el Baskonia echara marcha atrás la salida del santanderino. Fue la mejor decisión tomada aunque San Emeterio conocía la circunstancias de una continuidad interesada. No desfalleció y ganó, como hizo el martes. Creyó como todo el equipo. El Santo ahora es taronja.