El Valencia Basket venció ayer el Baskonia y recobró la delantera en la eliminatoria quedando a solo un partido de poder volver a disputar la final de la Liga Endesa.

El conjunto de Pedro Martínez supo conjugar los errores cometidos el pasado jueves en Vitoria y, con un buen nivel físico, logró controlar el aspecto reboteador así como las pérdidas de balón que tanto lastraron el jueves.

Finalmente Guillem Vives no pudo participar pese al tratamiento llevado a cabo con él en apenas dos días. El francés Diot se vio obligado a jugar 30 minutos y dio un paso al frente cuajando su mejor encuentro encuentro de la eliminatoria.

El Valencia Basket tuvo la virtud de no dejarse llevar por el partido bronco que quiso impulsar el Baskonia y que dificultó mucho el trabajo de los árbitros. Estos penalizaron con excesiva rigurosidad acciones en una zona y en otra, pero sobre todo cayeron en un mar de dudas en el tramo final del choque, síntoma claro de que el partido les venía demasiado grande y no supieron capear el excesivo ímpetu del técnico visitante, Sito Alonso, así como las elocuentes protestas de jugadores con un futuro prometedor pero ahora mismo una buena promesa.

Mañana el equipo taronja tendrá su primera oportunidad para ganar el billete para la segunda final liguera de la historia y tercera de la temporada. Aprovechar jugar en casa debe ser el factor diferencial (20.30).

Sangre fría al final

El Valencia Basket inició el partido explosivo en ataque y expeditivo en defensa: llevó la batuta al final del primer cuarto (23-14). Mejoró el Baskonia antes del descanso para no solo enjugar su desventaja sino para marcar el ritmo del choque ante un conjunto valenciano romo que apenas podía anotar (34-37).

El paso por los vestuarios fue el elixir para los taronja. Con San Emeterio y Sato como estiletes, retornaron el ritmo del partido para los de Pedro Martínez pese al juego duro sometido por los vitorianos (55-42). Con Diot descansando, el Valencia Basket volvió a sufrir y los de Vitoria aprovecharon para recortar, aunque dos triples providenciales de dos inéditos, Thomas y Rafa Martínez daban aire de cara al último cuarto (61-53).

El Valencia Basket se vio penalizado con 5 faltas en contra en menos de 2 minutos, aunque tuvo la habilidad de mantener la compostura con la firmeza de Diot, el trabajo de los aleros y la sutileza de Dubljevic y Oriola. En un final apretado, el equipo taronja mostró madurez y, ayudado por su público, aseguró el triunfo. Mañana otra batalla.