Con un sonoro aplauso ha sido recibido Rafael Nadal en la abarrotada sala de prensa, a diez minutos para las ocho y media de la noche, que agradeció con un saludo. No era para menos. Acaba de conquistar su décimo título de Roland Garros,décimo título de Roland Garros una cifra que considera importante hasta el punto de manifestar: "Si lo he hecho yo lo puede conseguir otro porque no me considero diferente a los demás, pero no sé si yo veré a alguien que me supere. La victoria me da felicidad porque es una cifra que queda para la historia y han de coincidir muchas circunstancias para que se vuelva a producir".

Nadal ha explicado sus sensaciones en la ceremonia de entrega de trofeos, cuando en las imágenes de la Phillip Chatrier se emitieron las imágenes de sus diez títulos. "No sé si es la vez más emocionante, pero es una de ellas, por lo que significaba el número, por la presencia de mi tío, por la pancarta de la grada superior - bravo Rafa, se leía-. Estoy agradecido a la Federación Francesa y a la organización por el detalle y porque me han hecho vivir momentos muy bonitos", ha explicado.

Antes de la ceremonia de entrega de trofeos, se pudo ver a Nadal con la cara tapada por la toalla, en su asiento. Qué pasaba por su cabeza solo lo sabe él. "Aunque desde fuera los resultados hayan podido parecer cómodos, para mí Roland Garros es el torneo más importante del año. Mis oportunidades de ganar aquí cada vez son menores. El año pasado llegaba bien y perdí una buena ocasión por la lesión de muñeca, y este año también se me presentaba una buena oportunidad. Son dos semanas de mucha tensión y tuve un bajón de adrenalina, y el estado de alerta por la competición florece al final", ha comentado.

"No es mi mejor partido de este año"

El campeón de quince grandes no se dio cuenta del estado de tensión de Wawrinka, entre otras cosas porque, ha dicho, "no miro mucho al otro lado de la pista. Me entero que rompe la raqueta porque lo oigo. Sé leer los partidos porque llevo muchos años en esto, y sé los puntos que son vitales y cuándo debo dar una marcha más. Estoy concentrado en lo mío y no tengo tiempo de preocuparme cómo está el rival", subraya.

Un periodista le comentó que para él había jugado ante Wawrinka el mejor partido del año. "No estoy de acuerdo en absoluto. No es mi mejor partido de este año, ni siquiera en Roland Garros. S ensación de pelota la tuve mejor ante Basivashvilli. Quitando los primeros cinco juego, he tenido un nivel alto y, a diferencia de otros días, hoy he sacado bien", ha respondido, satisfecho.

Desconoce lo que pasará hasta final de año, pero se muestra esperanzado: "Para empezar ya soy el número 2, pero esto me preocupa menos. De aquí a final de año dependo de mí, y si las lesiones me respetan". La primera parte del año ha resucitado la rivalidad Federer-Nadal, circunstancia que admite el de Manacor. "En los primeros seis meses del año sí. Hemos ganado un Grand Slam cada uno y dos Masters 1.000".

Sobre sus opciones en Wimbledon, en donde ha tenido una discreta actuación desde 2012, deja la puerta abierta a hacer un buen torneo. "He jugado cinco finales seguidas en Wimbledon, pero desde que tuve problemas en las rodillas, competir en hierba se ha convertido en algo complicado para mí. Pero si paso los dos primeros partidos y llego sano puede cambiar la historia", ha concluido.