Los datos del palmarés en liga son contundentes. Desde las temporada 56-57 el Real Madrid y el Barcelona han sumado 51 títulos de liga. La liga ACB, instaurada en la campaña 83-84 apenas varió el duopolio de los dos clubes que hasta la actual temporada solo habían cedido su cetro en 7 temporadas.
El Baskonia en tres ocasiones, el mágico Joventu de Badalona de los años 90, el sorprendente Manresa del 98 o el Unicaja en el 2006, habían conseguido la hazaña de destronar a los inaccesibles Barcelona y Real Madrid hasta que de nuevo se repitió la historia con el Valencia Basket.
No ha sido fácil por tanto para ningún jugador conseguir una Liga Endesa sin haber jugado en el conjunto blanco o de blaugrana. Conseguir dos, es casi un desafío a la lógica.
En el Valencia Basket solo había un jugador que había saboreado lo que supone la machada de ganar una liga y esta campaña lo volvió a hacer. Fernando San Emeterio entra el privilegiado espectro de los jugadores que no solo gozan ya de un palmarés de vértigo, sino que además lo ha hecho por la vía más meritoria. Sus dos ligas han sido logradas en Vitoria y Valencia. Una gesta.
Su primera hazaña llegó en Vitoria en la campaña 2009-10. El Baskonia de Ivanovic y con jugadores como Huertas, Oleson, Splitter, Teletovic o Pau Ribas destrozó de manera sorprendente al Barcelona por 0-3 para ser campeón. En el partido definitivo en el Buesa Arena, con prórroga incluida, la victoria parecía clara. El 76-78 a falta se siete segundos encaminaba al cuarto partido pero apareció San Emeterio. Agarró el balón desde campo propio y anotó además de sacar la falta a Morris. Solo quedaban cinco décimas y anotó. «Me temblaba todo», reconoció el cántabro que había el primer golpe a la historia.
Hace dos campañas llegó al Valencia Basket. Tras siete años en el Baskonia, donde precisamente el año de la liga había estado a punto de marcharse a Sevilla, el alero internacional decidió dar un giro a su carrera deportiva. Muchos no se creían que no fichara por el Barcelona o el Real Madrid pero es que San Emeterio está hecho de otra pasta.
Con gen ganador el jugador cántabro ha sido el timón espiritual del equipo y el líder en los momentos grandes. La experiencia le avala. Con el de este año San Emeterio ha disputado su undécimo play-off consecutivo. Sus números mejoraron en las series por el título en las facetas más importantes como anotación, valoración, rebotes y acierto desde el triple. Su serie en semifinales ante su exequipo fue para enmarcar siendo el mejor de los valencianos aunque la humildad y el colectivo nunca se han escapado en su mensaje. «Firmaría hacer un -10 y que el equipo ganara», afirma sin titubeos.
Lo ha vuelto a hacer. Quizás en una serie más compleja que aquella contra el Barcelona, San Emeterio ha formado parte de un plantilla que desafió a lo escrito para pasar por encima de un Real Madrid legendario. Con 33 años, el cántabro valora lo conseguido, porque sabe que lo alcanzado es una quimera para los terrenales. «Tengo dos ligas, y las dos por ser, digamos sorpresivas, valen por diez», afirma el Santo.
Ahora es tiempo de celebración pero en breve volverá a ponerse el chip competitivo. «Lo especial es que en el deporte se vive del presente; no se puede vivir ni del pasado ni del futuro». Palabra de San Emeterio que por cierto ya ha anotado más de 5.000 puntos en una carrera que sigue ascendiendo año tras año.
