Hace 20 años, Juanjo Bendicho, profesor de Educación Física, implantó en los colegios de Fortaleny y Benicull de Xúquer su idea. Un deporte totalmente mixto, sencillo de practicar y en el que el espíritu colectivo prima sobre el individual. Así nació el colpbol.

Dos décadas después y tras mucho esfuerzo de la Asociación Deportiva Colpbol, cerca de 4.000 alumnos valencianos compiten en la liga autonómica de esta modalidad deportiva, reconocida por la Generalitat.

Sin embargo, lejos de tocar techo, el colpbol se prepara para dar un paso más al frente. Desde hoy y hasta el domingo, el polideportivo de Natzaret de València y el de Burjassot se convertirán en las sedes del primer campeonato de España de colpbol. Un total de 14 equipos (siete en la categoría alevín y otros siete en la de infantil) se enfrentarán en el primer torneo de carácter estatal de este deporte, cuyas competiciones todavía no habían salido de la Comunitat Valenciana.

Niños de Aragón y Andalucía jugarán contra los valencianos. «Ha habido equipos de Cataluña, Castilla la Mancha o Galicia que no han podido entrar por un problema de tiempos», explica Juanjo Bendicho, inventor e impulsor del colpbol. «Hace años que había equipos de fuera de la Comunitat Valencia que nos pedían competir y por eso queríamos hacer un campeonato de España. El empujón final vino con el premio de la Fundación Trinidad Alfonso (Emprén Esport). Eso fue en enero y después de buscar la localización para el torneo ha habido poco tiempo. No han podido entrar más equipos, pero estamos muy satisfechos», añade Bendicho.

«En cada categoría habrá una primera fase en el que todos los equipos se enfrentarán entre ellos. Los cuatro mejores jugarán por el título el domingo y el resto por puestos. La idea es que todos jueguen el máximo número de partidos», aclara.

El colpbol, que se juega con la mano, a un toque y con siete jugadores por equipo, requiere una cancha de juego de 20x40 m., dimensiones de una pista de balonmano o de fútbol sala, con unas porterías de 2x3 metros en el que hay que introducir el balón.

Juan Carlos Espina es el gran baluarte del colpbol en Huelva, de donde trae al campeonato dos equipos infantiles. «Esta competición es la manera de ilusionar a los chavales. Los niños andaluces saben que en València llevan 20 años y que se juega en todos los colegios, por eso están emocionados», apunta.

También considera positiva la iniciativa Antonio Bertomeu, profesor del Santa Anna de Oliva. «Tienen todos muchas ganas de que empiece. Es un deporte sencillo, integrador, en el que no hay espacio para ´chupones´», sentencia el profesor del centro de la Safor.