«Le gustan los coches de marca y los buenos relojes, pero la federación paga míseros sueldos de 500 euros mensuales a los monitores por 40 horas semanales». Lo dice un nadador valenciano de categoría Master, harto de la gestión de la Federación de Natación de la Comunidad Valenciana (FNCV). Se refiere a Juan Pedro Rodríguez Tirado, el presidente dimitido el pasado 24 de junio en medio de una estampida general de deportistas, descontentos con el trabajo de formación en el Centro de Tecnificación de la Petxina, el vivero de la natación autonómica. «Tenemos uno de los peores convenios con los entrenadores», añade.

Rodríguez, con quien este periódico ha intentando ponerse en contacto sin éxito en varias ocasiones, es el único liberado sindical del Consorcio de Bomberos de València, el mismo que ha presidido durante 6 años la FNCV. Ostenta el rango de cabo, cargo retribuído con cerca de 45.000 euros al año, según fuentes del Consorcio. Como liberado sindical, no puede cobrar otro salario, pero sí dietas y otros complementos. Por supuesto, la Ley de Incompatibilidades de personal al servicio de las administraciones públicas prohíbe compaginar la liberación sindical con un función privada. Otra cosa es que haya priorizado, alguna vez, su desempeño en la federación sobre sus obligaciones corporativas. «Yo no sé el tiempo que necesita un presidente de la federación. Aquí no tiene alabanzas ni críticas, pero siempre que se ha pedido su presencia, ha estado aquí», asegura el presidente del Consorcio y Diputado de Medi Ambient, Josep Bort. «Yo por aquí no lo veo prácticamente», manifiesta, sin embargo, un miembro de la empresa. «Cuando un funcionario público tiene un salario digno ha de dedicarse a eso. Por ética», añade.

La reputación del expresidente de la natación valenciana en el Consorcio no se aleja mucho de la que goza a pie de pileta. Ocho parques de bomberos aparecieron en 2013 con pintadas contra él y el exgerente del Consorcio, Manuel Álvaro. «Gerente+Tirado=estafadores», se podía leer. Tirado, segundo apellido del expreside de la FNCV, es el único al que se citaba por su nombre. «PParásitos», apuntaba otro mensaje en la pared en relación al miembro de UGT.

Juan Pedro Rodríguez Tirado llegó a la presidencia de la federación sin haber sido elegido, al acceder desde la vicepresidencia tras la muerte del anterior dirigente, Francisco Sanz en 2011. Llegó de la mano del vocal federativo, Manuel Lacomba, factótum de la FNCV desde los años 90. Casualmente, su primo, Francisco Belenguer, es el tesorero de la federación. No ha dimitido.