Corre descalzo desde hace cinco años, cuando tras sufrir varias lesiones decidió probar esta modalidad que se ha convertido en su pasión. Ahora, con 19 maratones, muchas carreras a sus espaldas y todas las dolencias superadas, se encuentra en la décima etapa de su nueva aventura: recorrer los 918 km que separan Castelló de A Coruña con la característica de que este runner no lleva zapatillas. Así vive el reto el valenciano Emilio Sáez Soro, escritor y profesor de la Universitat Jaume I.
Emilio Sáez tiene un objetivo: «llegar a la Torre de Hércules, un faro romano situado frente al Atlántico, en A Coruña, es la mejor forma de acabar esta aventura», explica el corredor. Cada día recorre entre veinte y treinta kilómetros. Ayer llegó a Molina de Aragón, en la provincia de Guadalajara y, apunto de alcanzar la quinta parte del recorrido, afirma: «lo estoy llevando muy bien, me tomo las etapas de manera tranquila». Tiene previsto finalizar la aventura entre el 23 o el 24 de agosto, aunque declara: «no me quiero presionar, no voy con ningún regimiento deportivo y tengo muy claro que prefiero disfrutar de la experiencia».
Respecto a cómo se ha preparado el recorrido declara: «lo preparé a través de Google Maps,voy siguiendo la ruta con la opción que ofrece de hacerlo a pie». Se lo ha divido en diferentes etapas que finalizan coincidiendo con poblaciones donde pueda alojarse y le resulte sencillo partir de allí al día siguiente, aunque comenta: «muchas veces resulta difícil poder hacer escala, pero eso no impide que continúe mi trayecto».
Para el escritor, correr siempre ha sido una vía de expansión personal y, aunque esta idea siempre había estado en su mente, afirma: «nunca me había animado a hacerla llevando calzado, no me sentía preparado». La decisión de realizar este reto descalzo es porque esta forma de practicar uno de los deportes más de moda en la actualidad le ha demostrado que puede recorrer grandes distancias sin ningún tipo de impedimento, a lo que añade: «de esta forma me siento más fuerte y puedo correr mejor».
Al ser corredor de maratón habitual, afirma: «no he tenido que dedicarle mucha preparación a este reto ni hacer algo especial».
Una travesía complicada
Sáez declara que se ha encontrado con diversas dificultades durante el camino. «Desde pedregosas pistas de montaña, que me han retrasado el camino, hasta las altas temperaturas que alcanza el asfalto de las carreteras», comenta el corredor. Además, a este tipo de vías tan transitadas, se le añade el problema de estar pendiente del tráfico, aunque afirma: «las incomodidades que presenta este tipo de viaje, están compensadas por todo lo bueno que ofrece la experiencia».
Para Emilio la seguridad es lo más importante, y añade: «procuro ir muy visible, usar camisetas fluorescentes, de todos los colores, que se vean a larga distancia». En su ruta le acompaña una mochila que contiene «varias botellas de líquido para las etapas más largas y un pequeño botiquín para poder asistirme yo mismo si tuviese algún pequeño corte». Teniendo muy en cuenta la importancia de estar comunicado, concluye: «el teléfono móvil siempre me acompaña, en estos casos es una herramienta imprescindible que ayuda en caso de incidencia».
El recorrido lo realiza en solitario, pero afirma: «el reto no lo hubiese llevado a cabo sin la persona que me espera al final de cada etapa, me anima a continuar y me ayuda con la organización del viaje, mi mujer».
Esta nueva modalidad de correr descalzo cada vez está más de moda. Según Emilio Sáez: «la Comunitat Valenciana es una de las que más descalcista tiene, sobre todo en Castelló y València. En total seremos unos setenta u ochenta corredores».
Este experimentado corredor aconseja a todos aquellos que quieran iniciarse en esta modalidad: «no tengáis prisa, la piel necesita fortalecerse poco a poco. Es fundamental que le deis tiempo para que se adapte, es la única forma para que no tengáis problemas en el futuro». Este y muchos más consejos se recogen en su tercer libro: «Cien consejos para correr descalzo», que se publicará el próximo otoño.
