El pelotón afrontará en la séptima etapa la emboscada del alto del Castillo, a 11,7 kilómetros de la meta, que servirá para descartar a algunos de los más rápidos en la lucha por la victoria parcial. El viaje entre Llíria y Cuenca tendrá como principal dificultad la constante ascensión de la carretera desde la salida

hasta el puerto de la Montalbana.