La alarma ante la falta de médicos u otros profesionales del sector sanitario en los campos de fútbol, donde cada fin de semana se juegan numerosos partidos de todas las categorías, ha vuelto a encenderse estos días. El percance sufrido por Álvaro Aviñó, jugador juvenil de 18 años del Atlético Salesianos de Burriana, que salvó la vida milagrosamente tras "tragarse" dos veces la lengua a consecuencia de un golpe, ha hecho que los responsables de este equipo pidan al resto de clubes que cuenten en sus instalaciones deportivas con gente entendida en la materia. Un médico o un enfermero que sepa como actuar ante este tipo de situaciones.

La obstrucción de las vías respiratorias después de un golpe no es muy infrecuente en los deportes de contacto. El jugador, al quedarse inconsciente, se traga la lengua y al cabo de unos segundos, si no se le socorre, puede producirle la muerte. La temporada pasada, en Requena, el fisio del equipo local salvó la vida a un delantero del CD Serranos por el mismo motivo. Sin su presencia en el campo, las consecuencias podrían haber sido dramáticas.

Álvaro Aviñó se recupera en casa y de forma favorable después de haber quedado inconsciente el sábado por un choque sufrido en el partido del sábado entre el Almazora y su equipo, el Salesianos, de categoría juvenil en el que estuvo a punto de sufrir una parada cardiorrespiratoria. Por ello, el presidente del equipo burrianense, Jorge Gimeno, pide la presencia de profesionales sanitarios que permitan una eficaz y rápida actuación en caso de una urgencia médica.