Pocas conclusiones se pueden extraer del partido de ayer del Valenci Basket. Un triunfo y poco más. El conjunto de Vidorreta estuvo muy lejos de la versión ofrecida en partidos anteriores en la Fonteta- Tan solo la calidad individual en momentos puntuales, con Erick Green como principal artífice, evitaron sustos al final y aseguraron una victoria que permite a los «taronja» solidificar la segunda plaza en la clasificación.

El técnico bilbaíno advirtió en la previa del choque que había que tener el máximo respeto por los burgaleses y esperaba un compromiso asequible y con dosificación de minutos, pero el choque tomó una dirección distinta. Uno de los hombres que se vio perjudicado por el cariz que tomó el partido fue Rudez. El croata tenía muchos números para debutar en la Liga Endesa y en casa, pero el guión inesperado dejó de nuevo al ala-pívot en el banquillo y sin protagonismo en la cancha. En un partido muy oscuro del Valencia Basket, algunos detalles deben ser tenidos en cuenta para el futuro. Vives y Van Rossom, los dos con diferentes molestias, no mostraron en ningún momentos una dirección sólida, lo que aprovechó el San Pablo Burgos para tener vida más minutos de los esperados.

Las pérdidas de balón «taronja» duplicaron prácticamente las del rival y quizás se atisbó algo de falta de intensidad en defensa con tan sólo 12 faltas cometidas en todo el partido.

Primera parte irregular

De menos a más. Así fue el partido en la primera mitad para el Valencia Basket. En un choque falto de ritmo al inicio, el marcador fue equilibrado con un San Pablo Burgos que se aprovechó de los errores defensivos de los «taronja», especialmente de los bases Vives y Van Rossom, que no estaban excesivamente metidos en el choque (16-15). El talento individual de Green y Pleiss imprimieron una marcha más al partido, para infligir a los burgaleses un parcial de 7-0 en las últimas acciones del primer cuarto (23-15). Tras un arranque con dudas (26-22), un tiempo muerto de Vidorreta despertó a los «taronja», que con criterio e intensidad fueron marcando diferencias en la pista y en el electrónico, tras un triple de Green (37-22).

Con el duelo controlado y un Dubljevic, ya sin máscara, entonado, el marcador siguió en cómodas rentas para los valencianos (41-24). Las acciones aisladas del mejor jugador del San Pablo Burgos, Deon Thompson, mantuvieron a los suyos en el partido para llegar al descanso todavía con opciones de aspirar a dar la sorpresa en la Fonteta (45-34). El tercer cuarto fue el peor, de largo, de los valencianos de lo que llevamos de temporada. De esta manera, se pasó del 52-39 al 52-54. Un parcial de 0-15 escandaloso en el que el San Pablo Burgos ahondó en las diferencias de un Valencia Basket desenchufado totalmente del choque, con errores continuos y que hizo despertar las primeras dudas en la Fonteta.

Dos triples consecutivos de Van Rossom y Rafa Martínez reactivaron al equipo y a la grada para, con algo más de energía, llegar al final del tercer cuarto con ventaja (65-58). El último período presentó un encuentro en el que nada estaba decidido. El base visitante Fisher aprovechó las deficiencias defensivas de los valencianos para meter de lleno a su equipo en los minutos de la verdad (73-70). El Valencia Basket se encomendó en ese momento a su valor más seguro, Erick Green. El californiano tomó el timón de los de Vidorreta para insuflar de puntos a los suyos y mermar a los burgaleses, que siguen sin estrenarse en liga.