Ligeros silbidos despidieron ayer el Valencia Basket al concluir un encuentro que confirmó la sexta derrota consecutiva en una Euroliga que cada vez se pone más cuesta arriba. Las cuatro bajas, inconsistencia en el juego con muchos errores e imprecisiones y un Olympiacos muy sobrio fueron demasiados obstáculos a superar para los de Vidorreta. El conjunto valenciano se ha quedado anclado en tres triunfos que le hacen descabalgarse de los puestos de arriba y que ahondan en la moral cada vez más tocada de un grupo de jugadores que no terminan de encontrar el camino de la regularidad y los buenos resultados. Por si no fuera poco Sastre abandonó el choque lesionado tras un fuerte golpe recibido después de una antideportiva cometida por Papapetrou.

A rebufo de los griegos

El Valencia Basket tuvo un arranque frío en el partido. Atenazado por la urgencia de conseguir la victoria, el Olympiacos marcó la iniciativa en los compases iniciales y que obligaron a Txus Vidorreta a pedir su primer tiempo con apenas tres minutos consumidos (2-11).

El conjunto «taronja» mejoró su intensidad lo que unido a una antideportiva señalada sobre Green y la labor voluntariosa del joven Hlinason metió a los valencianos en el partido (11-13). La eclosión del joven Toliopulos volvió a ensanchar la renta de los griegos al acabar el primer cuarto (13-20). Un triplede Rafa Martínez permitió al Valencia Basket lograr su máximo acercamiento en el marcador en todo el choque(19-20).

Esta prometedora situación cambió ya que el Olympiacos demostró su solidez defensiva ahogando a los de Vidorreta en ataque para volver a estirar el electrónico (19-32). Las individualidades de Green dieron oxígeno a los «taronja» para seguir enganchado al choque al descanso (30-35). La segunda parte marcó un intercambio de golpes entre los dos equipos que favorecía los intereses de los griegos que eran los que llevaban la iniciativa en el marcador con una actuación de los colegiados muy protestada por la grada (40-47).

El Valencia Basket se encomendó a Pleiss para buscar puntos en la zona pero los de Sfairopoulos con trabajo colectivo y más talento imponían su superioridad para llegar al último cuarto con una ventaja cómoda (45-54). Los diez minutos restantes fueron un quiero y no puedo de un Valencia Basket agotado en lo mental de ir siempre por detrás mientras que el Olympiacos se dedicó a consolidar su victoria sin excesivos agobios. La Fonteta no sirvió esta vez.