El Comité de Competición de la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana (FFCV) sancionó ayer a los dos equipos del partido de juveniles que suspendió el árbitro, el pasado domingo, por insultos racistas. El castigo más duro se lo lleva el responsable del campo del conjunto local, el Atlético Museros, pese a que la víctima de xenofobia fue uno de sus futbolistas por parte de un grupo de «aficionados de la Creu» de La Pobla de Farnals», según reflejó el árbitro en el acta. El delegado ha sido inhabilitado 2 años de de sus funciones por no haber hecho más para evitar la tensión en la grada y en el campo, después de que el árbitro le advirtiese de que o desalojaba a los espectadores señalados o daba por finalizado el partido. Mientras, el conjunto de La Pobla, el visitante, ha sido castigado con un partido de clausura de su campo y con una sanción simbólica de 30 euros. El comité de competición ha entendido que La Creu debe recibir esta sanción para disuadir a los seguidores que practican actitudes racistas. De ahí el cierre de su campo.

La sanción del Comité de Competición de la FFCV sienta un precedente en el fútbol valenciano. Pese a que algunos testigos esperaban mayores represalias, la sanción resulta ejemplar, tanto la inhabilitación del delegado como la clausura del estadio de la Pobla. La decisión del árbitro, Francisco Cardo Torrejón, es un paso adelante contra el racismo en el fútbol regional, tolerado de forma vergonzosa por espectadores e incluso otros colegiados, que hacen oidos sordos a los insultos. Sólo hace 10 días que un árbitro de hijos guineanos, Salva Veto, denunció que dejó de pitar en el fútbol base por los improperios xenófobos a los que era sometido de forma habitual.

Como informó este periódico en su edición del lunes, Francisco Cardo suspendió el partido Atlético Museros-La Creu antes del descanso, después de haber adevertido al delegado, sin éxito, de la necesidad de desalojar a un grupo de «8 o 9 personas» que insultaron al futbolista Harwan Alzubaidi, de nacionalidad de Yemen. «Durante la primera parte, desde la grada donde estaban situados los aficionados de La Creu, se dirigieron a dicho jugador durante multitud de ocasiones con dichos términos: 'moro de mierda, eres un hijo de puta, vete a tu país», señaló el colegiado en el acta. «Le comunico al delegado de campo que dejen de insultar a dicho jugador esas personas o que las desalojen de las instalaciones deportivas. Él me comunicado que no se hace cargo de esas personas ni de las consecuencias», continuó. «Al no desalojar nadie a este grupo de aficionados, decido suspender el encuentro y pasados 10 minutos aparece la fuerza pública», concluyó en el acta.

Lío en el túnel de vestuarios

Según testigos que presenciaron el partido, una vez el colegiado decidió dar por finalizado el encuentro, las expresiones xenófobas continuaron también en el túnel de vestuarios. El Atlético Museros, formado en su mayoría por jugadores internacionales gracias a su acuerdo con la academia Global Premier Soccer, acusa a dos futbolistas de la Creu de graves insultos xenófobos. La Creu niega rotundamente estas acusaciones. El club de La Pobla de Farnals preparaba anoche un recurso para presentarlo en el Comité de Apelación. El Atlético Museros hará lo mismo, al considerar que el castigo a su delegado es «desproporcionado».