La Policía Local de Museros, a petición del delegado del Atlético Museros, José María García «el Chato», confirmó ayer su llamada (a las 13.00 horas del pasado domingo) a los agentes para avisar de los insultos racistas que estaba propinando un grupo de espectadores del partido que enfrentaba al Atlético Museros ante La Creu, que terminó con la suspensión del partido por parte del árbitro durante el tiempo de descanso.

«Se recibe la llamada telefónica del responsable del club Atlético Museros comunicando altercados en el campo de fútbol. Personada la patrulla en el lugar y tras observar la gravedad del asunto, con insultos y altercados entre ambas aficiones y jugadores, se procede a llamar al 112 y solicitar la presencia de la Guardia Civil, personándose 12 iembros del grupo GRS de Cantarranas. Se procede por parte del árbitro a suspender el partido. Se realiza presencia en el campo de fútbol hasta la retirada de los jugadores y público en general», reza el informe policial al que ha tenido acceso este periódico.

Esta versión corrobora el relato de los hechos del delegado del Atlético Museros y contradice lo reflejado por el árbitro en el acta, donde remarcó que «el Chato» «no quiso responsabilizarse de las personas que insultaban ni de sus consecuencias». Atendiendo al acta la Federación de Fútbol de la Comuitat Valenciana ha castigado a «el Chato» con dos años de inhabilitación por los altercados en el campo.