Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fútbol

Un club de fútbol solo dirigido por mujeres

En la UE Vall dels Alcalans, el club de fútbol que une Montserrat, Montroi y Real, mandan ellas. La directiva de la entidad está compuesta íntegramente por mujeres desde el año 2000. Ana, Charo, Lucía y Lidia son las dirigentes de un club que ha desmontado todos los prejuicios del fútbol.

Las cuatro directivas junto a los jugadores de la escuela de Montserrat, Montroi y Real. Foto: Fernando Bustamante.

Si los goles más importantes se marcan fuera del campo, Ana Clemente, Charo Campos, Lucía Pérez y Lidia Chasán son estrellas de la UE Vall dels Alcalans. Estas cuatro mujeres conforman la junta directiva de un club con 13 equipos y cerca de 200 futbolistas que representa a los municipios de Montserrat, Montroi y Real. Cuatro dirigentes futboleras que, con su gestión y su valentía, han desmontado los prejuicios que rodean al fútbol.

Ana Clemente es la presidenta. Entró en la junta hace doce años y asumió el máximo cargo hace seis. «La presidencia es compartida. Alguna tenía que salir y fui yo, pero ya dije que presidentas somos todas y las decisiones son compartidas», explica la mandataria de la UE Vall dels Alcalans. «Mi hijo estaba jugando y en una cena nos engancharon a Charo y a mí. Lo cierto es que me gusta estar en el club, pero queremos que se animen más madres a entrar en la directiva, sobre todo las de los más pequeños», añade.

Y es que la historia viene de lejos. Charo Campos, la actual tesorera, aclara por qué son sólo mujeres las que rigen el día a día del club. «Fue casualidad. El club comenzó con una escuela que tenía sólo dos o tres equipos. La Mancomunitat de la Vall dels Alcalans (entidad en la que participan los ayuntamientos de Montserrat, Montroi i Real) era la encargada de gestionarlo, pero decidió cambiar el sistema en el año 2000. Se convocó a los padres de los jugadores a una reunión en la que se nos dijo que la Mancomunitat estaba dispuesta a seguir apoyando económicamente al club, pero no quería seguir con su gestión. A esa reunión, por diferentes motivos, sólo acudieron madres. Fueron ellas las que dijeron ´aquí estamos nosotras para hacer frente a la situación´. Desde entonces, las madres han sido las que siempre han estado en la directiva», resume Charo.

En total, 17 años en los que las mujeres han impulsado la UE Vall dels Alcalans y la han hecho crecer. De los tres equipos en el año 2000, el club ha pasado a tener dos amateurs (uno en Primera Regional), un juvenil, un cadete, dos infantiles, dos alevines, tres benjamines, un prebenjamín y un querubín. Un señor club, en mayúsculas.

«Ha habido años en los que nos faltaba gente en la directiva y hemos pedido a algún padre que entrara, pero ellos mismos nos han dicho que no, que la tradición es que lo llevemos las madres y que quieren que siga siendo así», apunta Navarro, que entró en la directiva en 2005 junto a Clemente.

Más tarde se añadieron Lucía Pérez y Lidia Chasán. La primera también arrastrada por la afición de su hijo y de su hija, ambos jugadores de la Vall hace unas temporadas. No supo decir que no. Algo parecido le pasó a la segunda, la fisioterapeuta del amateur, a quien el veneno del fútbol se le ha metido muy adentro.

Las cuatro son las encargadas de que todo funcione como es debido en el club. Y no es sencillo. «Trabajo hay mucho. La ropa, las inscripciones, las fichas, la lotería, los torneos, los cobros, buscar a los que no pagan, atender a los padres... Es trabajo sucio que nadie ve cuando el balón está rodando», subraya la presidenta, que presume de la gestión en los despachos. «Acabamos todas las temporadas con superávit. Es como en casa, no nos gastamos lo que no tenemos. Si este año no podemos cambiar los equipajes porque vamos cortas, pues el año que viene. Según las necesidades. Para nosotras es vital las ayudas que nos conceden los tres ayuntamientos», relata. El club maneja un presupuesto que oscila entre los 80.000 y los 90.000 euros, que proviene en gran parte de las subvenciones de los tres municipios. No obstante, la junta directiva ha logrado dar forma a una comisión asesora, en la que sí participan hombres, para conseguir publicidad y patrocinios de los comercios de la zona. Porque estas cuatro mujeres creen que, en el fútbol, la mejor opción es dejar trabajar en cada área a los especialistas.

«No decidí entrar en el club porque supiese de fútbol. Entré para colaborar en lo que pudiese, porque en un club como este hay mucha faena por hacer. En lo deportivo no es que seamos un as, pero una va aprendiendo cada año y siempre nos hemos rodeado de directores deportivos que controlan, que saben lo que hacen. Nosotras estamos detrás para trabajar, debatir, decidir, comunicar, intentar apoyar, atender a los padres que vienen a hablar, resolver los problemas que puedan surgir, escuchar a los entrenadores... A día de hoy tenemos un director deportivo, Juan Iranzo, un coordinador de fútbol 8, Sergio Sendra, y 25 personas que trabajan para el club», señala Charo, quien reconoce que los futbolistas, sobre todo los del amateur, les tienen cariño.

«Son edades con las que tienes relación. Todos nos conocemos en los tres pueblos. Cuando comencé, los que ahora están en el amateur estaban entonces en los alevines y, claro, cuando juegan me tocan mucho la fibra. Sufro mucho cuando no les salen las cosas. Pregunto siempre por detrás para saber cómo están, si han jugado, cómo les va? Noto que me quieren. Algún jugador me dice que soy su ´mareta´ del fútbol. Lo que me ha dolido es que la quinta de mi hijo fuera desapareciendo, porque parece que se pierde algo tuyo. Son muchas horas, muchos días, muchos años y se coge cariño», dice.

La «espinita» del Femenino

Curiosamente, la «espinita» que tiene clavada esta junta es la de dar viabilidad a un equipo femenino en el club. «Se intentó hacer años atrás. Acabaron la temporada, pero el tema no cuajó. Aún falta implicación de las chicas. En el club siempre tenemos a niñas jugando, pero cuando acaba la etapa alevín, si quieren continuar han de buscar un equipo femenino. Tener un equipo sería una ilusión para nosotras.

Por último, preguntadas si estarían dispuestas a entrar en la directiva de la Federación (la nueva norma obliga a tener un 40% de mujeres en la junta) no se lo piensan. «Si nos llaman, allá vamos», señalan las estrellas de la UE Vall dels Alcalans.

Compartir el artículo

stats