El Villarreal CF ha asentado durante este 2017 las bases del proyecto más ambiciosos de la entidad, ya que tanto en lo deportivo, como en lo económico y lo lo social se han tomado decisiones de peso, que influirán decisivamente el futuro del club. En el ámbito meramente deportivo, el equipo se ha asentado en la zona europea de la tabla clasificatoria, lo que ha permitido este crecimiento sostenido.

Hace menos de un lustro, el equipo que preside Fernando Roig jugaba en segunda división y contaba con un presupuesto tres veces menor al que tienen hoy en día. Durante este año de cambios, destaca la apuesta clara por la cantera y la gente del club, un objetivo siempre muy claro en la entidad y sus dirigentes. Así, el Villarreal vuelve a contar con un gran número de jugadores de la casa, dando entrada a cuatro jugadores que ya son casi habituales con el primer equipo. Todo ello respaldado por la llegada al club del técnico de la casa Javier Calleja, que sin duda ha sido el cambio más destacado dentro de la entidad. La salida del equipo de Fran Escribá y la llegada de Calleja, ya fue una clara demostración de las intenciones del club de cara al futuro.

Calleja llegó a un equipo que no estaba en un momento crítico, pero que sí necesitaba un cambio de rumbo. Por ello los dirigentes decidieron apostar por adelantar la llegada del joven técnico madrileño, que era una de las ideas que se tenía para el medio o largo plazo. Esto ha permitido que la cantera cuente con mucho más protagonismo, con nombres como los Ramiro Guerra, Daniel Raba, Víctor Chuca, Leo Suárez o Pau Torres, a los que Calleja dirigió en el equipo filial. Este ascenso de jugadores del filial también se ha visto facilitada por las numerosas lesiones que el equipo ha sufrido desde la pretemporada.

Y es que el Villarreal se ha visto muy mermado por este aspecto, ya que han sido muchas y algunas muy graves. Destacan las lesiones de rodilla de los porteros Sergio Asenjo y Andrés Fernández, y la del joven Suárez. Mientras que casos como los de Bruno Soriano, con problemas en la tibia y con seis meses de baja (todavía fuera del equipo), otros siete meses de baja para Denis Cheryshev, son muestra de lo sucedido. Un año este 2017, en el que el club ha dado un salto económico a la hora de fichar y de reforzar a su equipo. Un mejor contrato televisivo, permite al club afrontar operaciones de 15 millones de euros por segunda temporada seguida. Nombres como los de Roberto Soriano, Nicola Sansone, Enes Ünal, Ruben Semedo o Pablo Fornals, son una muestra de esa capacidad de gasto y de refuerzo. Aunque es verdad que estas llegadas también se han visto compensadas con las salidas, siendo el Villarreal un club vendedor, tendencia que también se ha reforzado este año.