El castellonense Joan Barreda es uno de los principales favoritos para la victoria en este Dakar. Ayer marcó el ritmo con la Honda en la primera etapa larga del año, la segunda especial de Pisco, y distanció en seis minutos al actual campeón de KTM, Sam Sunderland. En una jornada de mucho calor y muchas dunas, Barreda resistió el dolor de la muñeca dañada, aunque eso le obligara a disminuir la velocidad hasta recuperarse en los últimos kilómetros. La experiencia es un grado.

Joan Barreda ya lidera el Dakar por delante de la Yamaha de Van Beveren, aunque este lunes disputa otra jornada similar de casi 300 kilómetros cronometrados. Eso sí, dispone de un colchón para seguir la carrera: la primera Honda, de Benavides, está a 6 minutos. Y el siguiente español es una de las revelaciones del inicio del rally: Jonathan Barragán (Gas Gas), una estrella del motocross nacional que debuta en los raids y se acerca a los mejores. No tan bien le fueron las cosas a Gerard Farrés y Laia Sanz, aunque por ahora las desventajas son pequeñas.

«De la muñeca me sentía bastante bien hasta que he tenido una confusión en una zona», declaró Joan Barreda tras la carrera, «he saltado una duna y me he resentido. He bajado el ritmo porque me dolía bastante. A partir de la zona del mar y volviendo, con pistas más rápidas, me he sentido mejor y he visto que podía coger a los de delante y recuperar algo de tiempo. Era importante volver a sentir el ritmo y la velocidad. Al principio hoy había zonas muy confusas con gente para todos los lados, había huellas para todas partes. Llevar ese ritmo tan alto, concentrarte en las huellas pero también en la navegación no es fácil».