El futbolista juvenil del Club Esportiu de Fútbol El Verger que envió a un árbitro al hospital tras propinarle un puñetazo por la espalda ya conoce su sanción. La Federación de Fútbol de la Comunitat Valenciana (FFCV) le ha castigado con 80 partidos de suspensión. El jugador, Manuel Martínez Segura, no dio ayer, sin embargo, señales de preocupación o arrepentimiento. Todo lo contrario. El jugador se jactó ayer en las redes sociales con varios montajes fotográficos. «Me río de vosotros» o «la puta que va parir al cerdo del arbit i a la puta federació corrupta» fueron las dos frases que el jugador movió por las redes sociales en sendas imágenes.

Los hechos sucedieron el pasado 6 de diciembre, en el partido de segunda regional juvenil, del grupo 10, entre el Verger y el Beniopa. Manuel Martínez le dio un violento puñetazo por la espalda al colegiado, con consecuencias neurológicas evidentes, después del gol del equipo rival en el tiempo de prolongación. Ese fue el único motivo. El joven árbitro cayó al suelo, intentó incorporarse, pero volvió a desplomarse. Estaba conmocionado y mareado. Incluso llegó a perder la noción de donde se encontraba, según indicaron testigos de la agresión.

Directivos del CEF El Verger llamaron en seguida al 112. Acudió una ambulancia. Sus sanitarios atendieron al colegiado y decidieron trasladarlo al hospital. La Guardia Civil y la Policía Local también acudieron al campo de fútbol municipal de El Verger. La directiva, el entrenador y los otros futbolistas identificaron al agresor, que es un joven que ya había cumplido los 18 años.

La agresión ocurrió en la que se presumía última jugada de un encuentro que había comenzado a las 11 horas y que enfrentaba al club local con la Unión Deportiva Beniopa. Había discurrido por cauces normales de deportividad. A los noventa minutos se llegó con un el 2 a 1 en el marcador. Los jugadores locales se veían ganadores. Se enfadaron cuando el árbitro dio 5 minutos de prolongación. En el minuto 94, el Beniopa logró el gol del empate. Y entonces uno de los juveniles del equipo local perdió totalmente los papeles. Se fue hacia el árbitro. Ni sus compañeros ni nadie intuyeron que pretendía agredirle. Y, de improviso, le propinó un puñetazo por la espalda. Incluso sus compañeros le recriminaron el arranque de violencia.

La ambulancia llevó al colegiado al hospital de Dénia. Le hicieron pruebas y, sobre las 18.30 horas, recibió el alta. Entonces regresó a su pueblo, Almoines. Entonces, ya trasladó a los directivos del CEF El Verger que presentaría una denuncia contra el agresor.

Lejos de presentar alguna señal de arrepentimiento, el futbolista se burló ayer de la dura sanción que le ha sido impuesta. Manuel Martínez ya había sido suspendido cautelarmente, a la espera de un informe médico confirmarse que el colegiado pudiese volver a los terrenos de juego. Una vez ha regresado, es cuando se aplicado el reglamento con toda la contundencia. El castigo no permitirá jugar al agresor, al menos, las dos próximas temporadas, a la espera de que su comportamiento grotesco no implique una denuncia por la vía penal.