La cupula directiva del Calpe CF se enfrentará a delitos de pertenecia a organización criminal, favorecimiento de la inmigración ilegal y delitos contra los derechos de los trabajadores. Después de meses de investigación, la Policía Nacional da por desarticulado el engranaje de la banda criminal que dirigía los destinos del club de fútbol calpino, acostumbrado a fichar jugadores de procedentes de Sudamérica, aunque las presentaciones de tantos jugadores latinoamericanos, a juicio de la Policía, escondían una presunta red de inmigración ilegal.

Mañana pasarán a disposición del Juzgado de Instrucción número 3 de Dénia, donde se está dirigiendo la investigación, los cuatro directivos que han pasado ya dos noches detenidos en la Comisaría de Benidorm, después de ser arrestados por agentes de la Policía Nacional, que irrumpieron en la noche del viernes del entrenamiento del equipo, en el Campo Municipal de Fútbol de Calpe.

Fuentes de la investigación han confirmado que se trata del presidente del club, Luciano Marziano -de nacionalidad italiana-, el director técnico, Gabriel Franco -paraguayo-, el tesorero y otro directivo -estos dos, españoles-. Las primeras indagaciones apuntan a que la directiva del club está implicada en delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal y delitos contra los derechos de los trabajadores. Los primeros afectados directos del entramado son los nueve futbolistas del Calpe CF, detenidos la noche del viernes por delitos de extranjería, que fueron puestos en libertad a lo largo del día de ayer. Estos nueve jugadores son, en su mayoría, de nacionalidad paraguaya, aunque también hay algún brasileño y un colombiano.

Los nueve, dos menos de los que se había barajado inicialmente, pasaron la noche en la Comisaría de la Policía Nacional de Benidorm.

Con su puesta en libertad se activa el procedimiento que marca la Ley de Extranjería, al estar desempeñando un trabajo en España sin la documentación en regla, lo que debe finalizar, después de un largo procedimiento, con la repatriación a sus respectivos países de origen.

El despliegue de la UCRIF de la Comisaría de Benidorm en los alrededores del recinto deportivo y en el propio estadio fue espectacular. Al menos una veintena de agentes se presentaron en el entrenamiento del equipo, que milita en el grupo IV de la Regional Preferente, y procedieron a arrestar a prácticamente la mitad de las personas presentes en el estadio.