La Copa del Rey de Las Palmas de Gran Canaria vivirá este domingo otro Clásico. Si en otras ediciones era lo más previsible, en esta ocasión casi nadie apostaba por el Fútbol Club Barcelona, que hace una semana y media tuvo que cambiar de entrenador para tratar de enderezar una nefasta temporada. El efecto Pesic ha sido inmediato. Los azulgranas derrotaron al Herbalife Gran Canaria (74-87) y se citan este domingo (18.30 horas) con el Real Madrid en la lucha por el título.

Después de un empate a nueve inicial, los azulgranas comenzaron a marcar diferencias con Sanders como jugador más inspirado (9-16) y Heurtel repartiendo hasta cuatro asistencias en el primer cuarto, anotándose el primer parcial los hombres de Pesic con un 15-21. Los azulgranas, con un excelso Ribas en el tiro exterior, se fue hasta los 9 puntos de renta (19-12, min. 13), momento en el que Luis Casimiro tuvo que parar el choque intentando buscar una solución. Y la encontró en su banquillo con hombres como Eriksson y Albert Oliver.

El alero y el base revitalizaron al Gran Canaria, que hasta ese momento se había encontrado con la superioridad azulgrana en la zona. La serie de 5 de 6 en triples del sueco, que llegó al descanso con 17 puntos en su cuenta, permitieron a los locales firmar un parcial de 15-1 y darle la vuelta (41-37) a un choque que se había puesto muy cuesta arriba a los trece minuto de juego. Con el público del Gran Canaria Arena tirando de los suyos, estos respondieron y llegaron al descanso con buenas vibraciones (43-41).

El 'efecto Pesic' reflota al Barcelona

El Barça es con Pesic un equipo con alma. No tiene nada que ver con el que deambuló por liga y Euroliga con Sito Alonso. Solo en diez días su transformación ha sido espectacular. El tercer cuarto que firmaron los azulgranas fue una muestra de ello. Tras poner Balvin el 49-48 comenzó el vendaval de los visitantes. Un parcial de 0-11 llevó a Casimiro a pedir un tiempo muerto (49-59) que tuvo un efecto inmediato gracias al acierto de Albert Oliver (54-59).

Pero entonces apareció Juan Carlos Navarro, ese genio que sabiéndolo dosificar aún puede dar mucho. El demoledor parcial del Barcelona fue de 7-20 para cerrar el tercer cuarto con un triple sobre la bocina de Claver (56-68) con un recital de asistencias de Heurtel (11 pases de canasta hasta ese momento). Los 14 balones perdidos por los locales se habían convertido en una gran losa.

Hasta los 14 puntos se fue la renta del Barça en el arranque del último cuarto (56-70, min. 32). Al Gran Canaria ya solo le quedaba tira de épica. Un triple de Brussino (65-72, min. 35) demostró a los locales que nada era imposible. Pesic sabía que no podía dar ninguna concesión al rival. Puso en pista a Hanga y el húngaro anotó un triple que calmó los ánimos (65-75). Y entonces continuó el recital de Heurtel. El francés acabó el choque con 13 puntos y 11 asistencias, demostrando a Campazzo y Doncic que mañana tendrán mucho trabajo para frenarlo. El mejor en los locales fue Eriksson, con 25 puntos, pero su brillante actuación no tuvo recompensa.

Valoraciones de Heurtel (tras las semifinales de Copa del Rey. Vídeo: Flow