El Villarreal suspendió ayer de empleo y sueldo a Rubén Semedo. El futbolista portugués continúa en prisión preventiva y sin fianza en la cárcel de Picassent, donde le envió el jueves la jueza del Juzgado número 6 de Llíria por la gravedad de los delitos de los que se le acusa. La decisión del club «groguet» obedece a la segunda fase de una estrategia jurídica encaminada a despedir a Semedo de forma procedente. La primera fue abrirle expediente disciplinario. El club estudia incluso una última: denunciar al futbolista por dañar con sus actos la imagen de la entidad.

El Villarreal fichó a Semedo este verano procedente del Sporting de Portugal. El central costó 14 millones de euros y firmó por cinco temporadas. A sus 23 años, estaba considerado uno de los defensas más prometedores del fútbol europeo. Semedo se convirtió en uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla amarilla, con un salario anual de alrededor de dos millones y medio de euros brutos.

El rendimiento de Semedo ha estado lejos de compensar esa inversión. Ha jugado cinco partidos, cuatro de ellos como titular. Al poco de llegar sufrió una lesión muscular y el cuerpo médico del Villarreal le recomendó pasar por quirófano. Sin embargo Semedo hizo valer su opinión y decidió optar por un tratamiento conservador que reducía los plazos de recuperación, pero aumentaba los riesgos de una recaída. En efecto, Semedo volvió a vestirse de corto y volvió a lesionarse. Fue en el partido en la Cerámica contra el Barcelona. Entonces se operó y comenzó una recuperación en la que todavía estaba inmerso.

Esa desavenencia con los servicios médicos fue lo más parecido a un conflicto que tuvo el jugador en el vestuario del Villarreal. Los problemas se han dado fuera, y no han sido pocos ni leves. Antes de ser detenido, Semedo tenía tres causas abiertas por diferentes incidentes violentos en València, donde residía. En una de ellas, según fuentes del entorno del caso, había llegado a un acuerdo económico para retirar la denuncia. El resto seguía su curso. Ha sido la cuarta y última la que le ha llevado a prisión. La jueza le imputa delitos de homicidio en grado de tentativa, lesiones, amenazas, detención ilegal, tenencia ilícita de armas y robo con violencia. Las acusaciones pueden sumar una petición de cárcel de hasta 32 años.

Los hechos

Semedo fue detenido el martes después de participar, supuestamente, en la retención de un hombre. El portugués actuó junto a otras dos personas, una de ellas su primo. Al hombre le agredieron con un bate de béisbol, le amenazaron con una pistola, le quitaron las llaves de su piso para entrar en la vivienda y apropiarse de dinero y objetos de valor. En el registro posterior en la casa del futbolista se encontró un arma, con la que supuestamente se amenazó al denunciante, al que le reclamaban una deuda de cinco mil euros. Desde la detención del martes, Semedo estuvo retenido en Patraix, en las dependencias de la Guardia Civil, hasta que fue trasladado al juzgado para declarar. Del juzgado, tras esperar la llegada de sus abogados y negarse a declarar, salió directo a la cárcel de Picassent.

Pocas horas después, sus compañeros quedaban eliminados de la Liga Europa ante el Lyon. Semedo no volverá a jugar de amarillo. Al Villarreal le queda la Liga. El domingo a las 12 recibe al Getafe.