P ¿Fue espontáneo?
R Veníamos de una muy buena fase clasificatoria al haber ganado y apeado a Catalunya, ganar a la Rioja y empatar con Madrid. A la siguiente jornada, con la autoestima muy alta, Castilla León nos puso los pies en tierra. Fue un contraste de emociones que hizo que dos niñas estuvieran llorando delante de mí. Quise transmitirles que allí estábamos para divertirnos, no para sufrir, que era una buena experiencia porque habían sido seleccionadas de un total de 600 y pico niñas, y que, cuando fueran mayores, lo entenderían. No era el último partido de sus vidas sino el primero. Lo grabó con un móvil un chico de la organización del torneo (San Pedro Pinatar, Murcia, organizado por la federación española), pero yo no lo sabía.
P ¿Está muy sorprendido de la repercusión?
R Muy gratamente sorprendido por ver que la sociedad está sensibilizada con valores de deportividad, igualdad y la convivencia. Si no se sientan las bases ahora, con 12 años, después será demasiado tarde. Lo que más me reconforta es que sea un equipo de fútbol femenino, que estamos tirando adelante.
P ¿Le llamó mucha gente?
R Sí, muchos compañeros me han felicitado. Me gusta que una derrota haya servido para realzar los valores del deporte, que son los mismos que en el día a día, pero con más fuerza por tratarse de niñas de 12 años que empiezan a competir. La derrota es positiva, es el primer paso para mejorar.
P Hay mucha violencia en el fútbol base, ¿también se da en el femenino?
R Yo no la he visto, ni en el fútbol base femenino ni en el amateur. No digo que no pueda pasar, pero no lo he visto. Sí encuentras padres entrenadores o que meten presión a las hijas.
P ¿Hay más sensibilidad en el fútbol femenino?
R Hay más compañerismo en el vestuario, más valores. Es más noble que el masculino. El fútbol femenino empieza a despegar y es imparable. Es un mundo diferente. Aunque el reglamento sea el mismo, es un deporte diferente. Cuando les hablas, son esponjas con ganas de aprender. Es un vestuario muy agradecido.
P ¿Qué otros valores inculca?
R La superación. No hay barreras que las niñas no puedan superar. Quiero transmitirles toda la ambición y la valentía para conseguir lo que quieran. Hoy tienen todos los medios. La federación española, las territotriales, los clubes...la sociedad lo demanda. Esto no lo detiene nadie. Comenzó como una ola y se convertirá en un tsunami.
P ¿Estudió pedagogía?
R No, pero tengo una hermana psicóloga y otra docente.
P ¿De qué equipo es?
R Soy fiel seguidor del Barça y de las valencianas que allí juegan: Ruth García, Sandra Paños y Gemma Gili. Pero me interesan mucho el Valencia y el Levante, la envidia del panorama nacional. El Levante, por solera y por la cantera; y el Valencia, por la estructura y la apuesta.
P ¿Sus jugadoras favoritas?
R De las que he entrenado, Gemma Gili y Neus Motoso, porque son más inteligentes que los hombres y han llevado la batuta de la selección. Me gusta el juego canalizado. Y de las que no he entrenado: Ivana Andres y Salomé Navolón del VCF; y en el Levante, Maider Castillo (ahora coordinadora de la cantera granota) y Ruth García (en el Barça). Las cuatro representan los valores del fútbol valenciano.
