David Ferrer ha sumado el quinto y definitivo punto que clasifica al equipo español para las semifinales de la Copa Davis. El de Xàbia se ha impuesto a Kohlschreiber en cinco sets (7-6, 3-6, 7-6, 4-6 y 7-5) en un partido trepidante de casi 5 horas que ha tenido prácticamente de todo.

Después de la victoria de Nadal ante Zverev toda la presión era para el tenista valenciano. La tensión se podía palpar en el ambiente, con una plaza de toros abarrotada y entregada a su tenista. Sin embargo, el inicio del encuentro ya auguró una tarde larga y un partido duro. La igualdad entre los dos tenistas era máxima y ninguno era capaz de imponer su juego con superioridad. Los nervios además, jugaron malas pasadas y se vieron muchos errores no forzados, muchos puntos de break al limbo y muchas reclamaciones al juez de silla. La incertidumbre era máxima. Ferrer, a base de garra, de corazón y de un gran tenis a ráfagas, forzó el "tie break" con un Kohlschreiber capaz de lo mejor y de lo peor. En el desempate el valenciano se adjudicó el set para delirio de la plaza.

El segundo set, por contra, fue dominado por Kolschreiber, que tuvo a Ferrer siempre a rebufo. Fueron los mejores momentos del alemán, que por momentos se creció con dejadas de mucha dificultad y reveses muy ajustados. Ferrer se descentró e incluso se giró para recriminar silencia a un espectador durante un punto. Cuando quiso volver al partido, el set ya estaba decantado.

Con 1-1, la lluvia y una sonora tormenta amagaron con arruinar la tarde, pero la meteorología respetó a la Davis y el partido se siguió jugando con un tiempo cambiente pero afable. Ferrer y Kohlschreiber se mantuvieron en la igualdad. En cualquier momento cualquiera de los dos jugadores podía romper el saque a su rival y así se llegó a un quinto juego que se prolongó durante más de 20 minutos. Se lo llevó Ferrer. No obstante, luego perdió su servicio y dejó en ventaja al germano, que pudo conseguir el set. Desaprovechó la ocasión y permitió a Ferrer, de nuevo forzar el tie break. El de Xàbia, que había ganado la primera manga con un gran globo que dejó a la plaza con la boca abierta, se llevó el tercer parcial con un golpe de fortuna, con una pelota que fue a la red y cayó en campo rival, casi como una premonición de lo que estaba por llegar.

El cuarto set fue dramático. Cada bola, de lado a lado, provocaba un silenco sepulcral en la plaza. Entusiasmada con el partido y con David Ferrer. El partido se equilibró al máximo y cada acción meritoria de un jugador era después contestada por su rival. El empate era técnico hasta que Ferrer perdió su saque en el tramo final del set y sirvió en bandeja el parcial para Kohlschreiber, que con otra bola que dio en la red y cayó en campo rival, logó empatar el partido y dejarlo todo para el final, para el quinto, último y definitivo set del partido y la eliminatoria.

En el último set, con las fuerzas justas, el partido se volvió agónico. Ferrer logró romper el servicio de Kohlschreiber nada más empezar y todo apuntaba al 3-0 cuando el alemán le dio la vuelta al encuentro con mucha sobriedad y remontó hasta el 3-4. Fue un momento clave del partido, con los nervios a flor de piel, incluso en el banquillo. Zverev le recriminó a Ferrer que cantara fuera una bola. Mucha tensión contenida. El valenciano empató con el 4-4. La plaza era una clamor animando al tenista de Xàbia en un final de infarto. Kohlschreiber hizo el 6-5 pero Ferrer evitó la tragedia y forzó el 5-5. Luego rompió el saque del germano y con 6-5 sacó para ganar. Ganó. Con el 7-5 la locura se desató en la plaza. València vibró con el equipo español y despidió con una emocionante ovación a la Davis. España está en semifinales.