n Ningún equipo valenciano ha ganado jamás la Copa de España de Rugby en sus distintas denominaciones desde que, hace 92 años, se jugó la primera final en 1926 entre el CF Barcelona y el CDA Infantería de Toledo (19-0). En concreto han sido seis las finales jugadas y perdidas por equipos valencianos desde la primera que disputó el FUE Valencia (Universitario Escolar de Valencia) en 1934 ante el Real Madrid (14-6), hasta la última que disputó un equipo de la Comunitat Valenciana, el CR La Vila en el año 2010, y que perdió ante el Quesos Entrepinares de Valladolid (33-17) en Segovia. Seis subcampeonatos valencianos. Seis decepciones y ninguna victoria.
Uno de los históricos fundadores e impulsores del rugby en València, el mítico Baltasar Bonet, hablaba antes de morir hace unos años con el que, quizás, ha sido el mejor jugador valenciano en la historia del deporte del balón oval: Pepo Tormo. Bonet entregó a Tormo una de aquellas medallas de plata del año 1935 con el encargo de que se la entregara en mano al capitán del primer equipo valenciano que ganara la Copa de España.
Ese preciado metal del que Pepo Tormo hizo de custodio durante algún tiempo es la «Excalibur» del rugby valenciano, que lleva 83 años esperando dueño. En el mundo del rugby la palabra tradición tiene un significado, y ese legado que dejó Baltasar Bonet son palabras mayores. La persea aún espera a quien pueda lucirla con el orgullo.
A día de hoy, levantar esa «Excalibur» por parte de un equipo valenciano se antoja como algo lejano y muy complicado. Porque deportivamente no se está a la altura de años ha. En División de Honor solo hay un equipo de la Comunitat, el RC La Vila, que este año ha luchado por eludir el descenso. Pero la medalla está ahí. A la espera.
La presa ha cambiado de custodio. Hace unos meses, Pepo Tormo consideró que debía entregarla a Tono Miranda Bonet, Presidente de los veteranos del RC Valencia y nieto de Baltasar Bonet. Nadie mejor que él para mantener viva la leyenda, honrar su memoria, y hacer efectivo aquel encargo de parte de todos los jugadores valencianos de rugby cuando llegara el momento.
La iniciativa se llevó a cabo en una cena a la que asistieron jugadores y veteranos de todos los clubes valencianos (Tatami, CAU, San Roque, RC Valencia...), y hubo pleno acuerdo en que el testamento deportivo de Baltasar Bonet, que jugó con el FUE Valencia la final de 1935 (3-11) ante la Sociedad Gimnástica Española en el Estadio del Levante (Camino Hondo), pasara de padres a hijos. Porque el hijo de Baltasar Bonet, Balta Bonet Jr., jugó con el RC Valencia las finales de la Copa del Rey de Rugby de 1979 y de 1986, y sus nietos, Tono Miranda Bonet y Bastasar Bonet juegan actualmente en el Valencia.
Aquellas finales de 1979 y 1986 también acabaron en subcampeonato. La primera se disputó en Tarazona, donde se perdió contra el Cisneros (26-14) mientras que la del año 1986 se jugó en el derribado Campo de El Saler y se perdió contra el Arquitectura (27-12).
