La escudería Mercedes volvió a evidenciar su buena onda con el GP de España, donde en los últimos años, además de llevarse tres de las últimas cuatro victorias, ha sido una apisonadora en la jornada de clasificaciones. La clasificación en el Circuit de Barcelona-Catalunya reeditó un mapa conocido: Mercedes liderando, seguido de Ferrari y con los dos Red Bull, estrellados entre sí en el último gran premio, como tercero en el podio. Tras ellos, una clase media en la que en un gran premio destaca un equipo y en el siguiente otro. En Barcelona, McLaren y Haas han vuelto a repartirse ese protagonismo.

Ayer no fue menos y Lewis Hamilton firmó su tercer pole seguida en Montmeló, que a la vez fue la sexta consecutiva de Mercedes en el Circuit de Barcelona-Catalunya. Con unos tiempos que fulminaron los cronos (Lewis Hamilton, 1:16.173; Valtteri Bottas, 1:16213), Mercedes parece querer tomar la carrerilla que encontró de rebote hace dos semanas en Bakú, donde acabó con un triunfo de Hamilton que parecía escrito para Bottas (pinchó y se retiró).

Hoy los dos Mercedes volverán a estar en la primera línea de la parrilla, y saldrán justo detrás de los dos Ferraris. Tras haber ganado las dos primeras carreras de este curso, Vettel persigue una victoria en Barcelona que se le resiste desde el 2011 cuando pilotaba un Red Bull, aunque antes de esa fecha, hace justo cinco años, otros Ferrari ya se anotó la victoria, la de Fernando Alonso en el 2013. Desde entonces, Alonso no ha subido a lo más alto de un podio en la F1. Cinco largos años que solo han encontrado un consuelo en la victoria la semana pasada en las 6 horas de Spa del mundial de resistencia.

Desde la cuarta línea, el asturiano implora más a la lluvia (las previsiones apunta como ligerísima amenaza) que a lo que le pueda ofrecer su coche. De los coches delanteros, Alonso será el único que saldrá con súperblandos (el resto con blandos), lo que le dará cierta ventaja en un posible adelantamiento, pero esta emoción que se pueda gestar quizá acaba con el asturiano más pronto que otros en los garajes cambiando ruedas.

Carlos Sainz ayer no solo mantuvo su compromiso por estar entre los diez primeros, sino que superó a su compañero, el alemán Nico Hulkenberg, quien por un problema en la bomba de la gasolina se quedó atrapada en la Q1.