Carles Baixauli, Gran Canaria. enviado especial

A estas alturas de la temporada, ya nadie duda de la claridad y vehemencia con que se expresa Ricard Casas. Ayer, sin embargo, el técnico catalán escaló un peldaño más en su contundencia verbal y se ahorró los eufemismos para otra ocasión. Sin dar nombres, Casas acusó a algunos de sus discípulos de desidia y falta de sacrificio en el arranque del encuentro. «Si algunos jugadores se tocan los cojones en defensa no vamos a ninguna parte», espetó el técnico del Pamesa. «Lo he dicho muchas veces. Tenemos que estar todos juntos y rendir al máximo nivel para poder ganar», añadió Casas. Su indignación también quedó patente al final de la conferencia ante los medios. Cuando ya abandonaba la sala de prensa, exclamó «¿De los árbitros no hablamos, verdad?», en clara alusión a algunas decisiones perjudiciales para el conjunto valenciano que los valencianos habían tomado en los últimos minutos.

Respecto del descenso hasta la octava plaza, el técnico del Pamesa comentó que «no estamos preocupados» ya que «tenemos que seguir trabajando día a día y hemos de saber convivir con la presión». Por último el técnico lamentó el mal inicio de partido, un contratiempo que junto al pésimo porcentaje de tiros libres, consideró clave para el desenlace final del compromiso.