El Gobierno central y las patronales Ascer y Anffecc, que agrupan, respectivamente, a las empresas productoras de baldosas cerámicas y de colorificios; ya han activado los contactos que permitirán buscar las soluciones que salven las plantas de cogeneración en la industria cerámica.

De hecho, los empresarios castellonenses han recogido el guante que lanzó el ministro de Turismo, Energía y Agenda Digital, Álvaro Nadal, el pasado 5 de febrero, durante la última edición de Cevisama, y ya han remitido al Ministerio un informe con su preocupación por el futuro de la cogeneración en el clúster, según han confirmado fuentes del gabinete del ministro.

La recepción de la documentación tuvo lugar el pasado 5 de marzo y desde el ministerio se agradece «la información recibida, y comunicándoles que se daba traslado de la misma a la unidad competente». Será a partir de ahora «la Secretaría de Estado de Energía» la que atenderá las demandas de Ascer y Anffecc, con quienes «podrían fijar una reunión» para «tratar cuestiones energéticas que preocupan al sector, como la cogeneración y las emisiones de CO2».

El Gobierno inicia así el ´deshielo´ de las relaciones con el sector cerámico, con el que hubo una rotura de relaciones, al menos en lo que la parte empresarial se refiere, desde que se aprobó la reforma eléctrica, que penalizó al sector con unos costes de «53 millones de euros», según denunció en su día la organización azulejera.

El objetivo del sector ahora es que el ministro otorgue un trato diferencial para una tecnología que no tiene sustitutivo y que contribuye a reducir las emisiones de CO2. Un ´premio´ frente a otros sectores industriales, que no alcanzan los mismos niveles de aprovechamiento energético.

Instalaciones de cogeneración

En el sector cerámico castellonense hay 28 instalaciones de cogeneración, alcanzando los 240 MW. Desde las organizaciones empresariales, han trasladado al Ejecutivo central la necesidad de recuperar el complemento de eficiencia energética, con el fin de garantizar la continuidad y renovación de las plantas de cogeneración. Se trata de un sistema de alta eficiencia que ha permitido ahorros en el consumo de energía superiores al 10 %, además de alcanzar rendimientos muy superiores al mínimo establecido por la normativa europea, del 59 %, siendo en el caso de las firmas del clúster en un 82 % de media, e incluso el 95 % en algunos casos. Han sido estas características las que han permitido que las plantas de cogeneración de la industria cerámica recibieran durante años un complemento adicional a la retribución. Su elevada eficiencia energética es fruto del alto grado de aprovechamiento del calor, lo que en la práctica se traduce una reducción del consumo de energía. Y con todo lo que ello implica a nivel general: menos contaminación por la emisión de CO2, entre otros.

Sin embargo, este complemento de eficiencia energética fue eliminado en el año 2013, con la revisión del sistema de eléctrico que impulsó en su momento el ministro de Energía, José Manuel Soria. A partir de ese momento, y teniendo en cuenta que muchas de las plantas de cogeneración datan de mediados de los 80, es decir, van a cumplir 25 años de vida útil, esto significa que la energía que comercializan se retribuye a precios de mercado, tal y como marca la legislación vigente, lo que las hace inviables económicamente. En la práctica, esto conllevará la paralización de las mismas.

Ante este panorama, desde Ascer y Anffecc instan al Ministerio de Energía a establecer un nuevo marco legal que permita extender la actividad de las plantas de cogeneración, sin comparación en el resto de instalaciones que existen en España.

Desde las dos grandes patronales cerámicas se recuerda que el sector cerámico es muy intensivo en consumo de energía térmica, especialmente en la preparación de las materias primas o atomización. E insisten en que la cogeneración, a través de turbinas de gas, es el sistema idóneo para cubrir este proceso de producción, recuperando al máximo el calor.

Desde la patronal azulejera Ascer se insiste en que se trata de un sector volcado en la exportación, cuyas ventas internacionales rozan el 80 % de sus ingresos totales, de manera que la cogeneración aporta una ventaja competitiva que, de desaparecer, pueden poner en posición de debilidad a las empresas radicadas en Castelló y, a la larga, favorecer su deslocalización, en busca de destinos con energía más económica.

En este sentido se ha subrayado desde Ascer en numerosas ocasiones que no existe una tecnología alternativa que pueda generar la eficiencia y los ahorros en las emisiones de CO2 que ahora aportan las plantas de cogeneración. De ahí que se inste al ministro a que active medidas fiscales y económicas especiales que permitan la continuidad de la actividad de las plantas.

Receptividad del ministerio

Los empresarios están muy esperanzados con la receptividad mostrada por el ministro de Energía durante su encuentro de trabajo en Cevisama, el pasado mes de febrero. De hecho, al día siguiente, el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, catalogaba la reunión con Álvaro Nadal de «buena e interesante. El ministro es un gran defensor de la energía y de España en los temas de energía. Es un gran profesional y tiene muchísima sensibilidad por la industria. Quedamos en mantener una mesa de trabajo continuada para que él entienda más lo que es el sector y nosotros la política general energética del país», relataba.

Precisamente, de aquella cita, histórica para las relaciones entre el sector y la Administración General del Estado, se acordó cerrar «un calendario, que lo vamos a pactar el mes que viene». «Hay predisposición, porque es conocedor de que el sector industrial es palanca de motor de arranque de una economía y tiene que crecer y tener más porcentaje del PIB español», concluyó. Ahora, los contactos se ponen en marcha.