La empresa azulejera Pamesa, que pasa por ser la primera productora europea en cuanto a volumen de baldosas cerámicas, y la cadena de supermercados Mercadona colaboran para en un proyecto innovador con un marcado carácter social. Tanto es así que ambas compañías han reforzado un proyecto de compromiso social que ha posibilitado que más de 1.000 personas con algún tipo de discapacidad intelectual realizaran 1.650 nuevos murales de trencadís en las tiendas de Mercadona durante el año 2017.

«Pamesa facilita piezas cerámicas a las entidades sociales para que se confeccionen estos paneles decorativos con la técnica del trencadís. Gracias a este proyecto, estas personas tienen la posibilidad de formarse, trabajar y fomentar sus capacidades de esfuerzo, concentración y trabajo en equipo», indican fuentes de la compañía cerámica.

Se trata de una labor creativa y de gran habilidad que se integra, como una iniciativa social y sostenible, dentro de todo el proceso de transformación del modelo de tienda eficiente que ha puesto en marcha Mercadona. De esta manera, y según las fuentes ya cintadas, «los nuevos murales de trencadís tienen ahora un diseño más amplio y en sintonía con la nueva imagen de las tiendas».

Ana Zambrana, la directora del Centro de Ocupación La Xara, que se encuentra en la localidad alicantina de Denia, señala que «nos hemos unido a este proyecto porque estos murales dan la oportunidad de demostrar a la sociedad que las personas con discapacidad intelectual son tan capaces como el resto de la población. Es una ocasión para mostrárselo a los miles de clientes que los ven a diario en las tiendas de Mercadona».

Integración socio-laboral

Por su parte Arantxa Roig, directora de la Fundación Roig Alfonso, quien lleva desde los inicios en el proyecto, considera que esta iniciativa «facilita la integración socio-laboral de las personas con discapacidad intelectual. Su nivel de autoestima y autoconfianza se ve reforzado al ver como los clientes de Mercadona admiran su trabajo, considerándolos unos verdaderos artistas».

El origen de este proyecto, que nació en el año 2011 de la mano de Mercadona y Pamesa Cerámica, se encuentra en la tienda que la compañía de supermercados tiene ubicada en la calle Roger de Lauria en Valencia, donde se instaló el primer mural de trencadís. Desde entonces y hasta el pasado ejercicio, más de 1.000 personas con discapacidad intelectual han trabajado en la realización de más de 5.000 murales distintos que hoy son un símbolo diferencial en las tiendas de Mercadona en toda la geografía nacional.