La última edición de la feria Batimat, celebrada en Moscú del 3 al 6 del presente mes, se cerró con un balance positivo para la delegación española, formada por una veintena de azulejeras, y, sobre todo, abre positivas expectativas de futuro: «Batimat parece confirmar que el mercado ruso ha superado su caída y se vislumbra, si no se produce ninguna circunstancia inesperada, una lenta recuperación aunque todavía lejana de las cifras que presentaba años atrás», asegura Carlos Cabrera, director general de Ceracasa, una de las firmas que participó en la manifestación moscovita.

En este mismo se sentido se manifiesta el consejero delegado de Colorker, Manuel Ángel Murillo, quien afirma que el mercado ruso empieza «poco a poco a coger cierta alegría», pero es una 'alegría' sujeta con alfileres porque «la situación del rublo crea mucha inestabilidad y no permite definir estrategias a largo plazo, más bien a corto plazo. Aun así, somos optimistas por la reacción del publico sobre nuestras novedades» y la firma de Xilxes confía en que sus ventas al mercado ruso aumenten este año «un 20 %, aunque la situación al cierre del primer trimestre de 2018 supera esta previsión al estar respecto al mismo periodo del año anterior en un crecimiento del 30 %».

De hecho, en 2017, el mercado cerámico ruso solo registro cifras positivas, según los estudios elaborados por Acimac, la patronal italiana que agrupa a los productores de tecnología cerámica: la producción de las fábricas locales aumentó hasta los 164 millones de metros cuadrados gracias a que la producción de revestimientos creció un 8 % frente a la bajada del 3 % de pavimentos. El consumo de baldosas cerámicas creció un 3 % hasta situarse en los 180 millones de metros cuadrados.

Sobre la evolución de la cerámica rusa, Manuel Ángel Murillo aconseja no perder de vista a los fabricantes locales, porque «las azulejeras rusas empiezan ya a tener un nivel muy alto y solo a través de productos bien diferenciados podremos competir con ciertas garantías».

Importaciones

También subieron las importaciones: las compras de cerámica extranjera crecieron un 11 %, después de tres años consecutivos de caída, y sumaron unas compras de 42 millones de metros cuadrados.

En cuanto a las importaciones, desde Acimac se subraya que los principales suministradores de baldosas cerámicas a Rusia, que son Bielorrusia, Ucrania, Italia y España; registraron crecimientos que van del 9 % al 13 % en lo que respecta a metros cuadrados.

Desde la patronal azulejera española se reconoce un aumento del 8,6 %, pero en facturación, que fue en 2017 de 78 millones de euros, cifra con lo que el mercado ruso se situó en la décima posición en el ranking de destinos de Tile of Spain. Y se subraya que España «continúa siendo el primer proveedor extranjero de cerámica para Rusia».

Y las perspectivas son buenas, porque desde la Agencia Rusa para Préstamos Hipotecarios para Viviendas se sitúa en este mismo año la recuperación del sector de la construcción que se inició en 2013, y se espera que desde ahora y hasta 2023, el volumen total de viviendas en Rusia aumente un 18 % con respecto a las cifras de 2017.

Según las estadísticas de la citada agencia rusa, se espera que en 2019 el número de familias que pueda comprar una casa pase del 35,6 % de 2016 al 55,2 % en 2019, elevando el número de transacciones a 980 mil unidades, frente a las 620.000 unidades de 2016.

Todo apunta, por lo tanto, a que Rusia ha comenzado ya a superar «una situación macroeconómica complicada marcada no solo por la devaluación del rublo, sino también por el abaratamiento del crudo, que provocó una drástica caída del consumo y, por tanto, el desplome de las ventas de cerámica española, con la consiguiente salida del mercado de muchas empresas cuya oferta estaba dirigida al segmento medio», afirma la responsable del área de marketing de Dune, Begonya Segura. Dune, precisamente, creció en Rusia durante los años más duros de la crisis debido a que ofrece un producto de gama alta directamente vinculado «con valores como el lujo, el diseño y la diferenciación».

Tendencias de consumo

En cuanto a tendencias de consumo en Rusia hay que subrayar que, sobre todo en la parte este del país, sigue predominando «un gusto más bien clásico y se valora la riqueza decorativa en la cerámica. En ciudades como Moscú y San Petersburgo, por el contrario, se aprecia un cambio en los gustos del público, que se está europeizando y busca un estilo más sobrio. Por otro lado, el mercado de proyectos en Rusia está demandando cada vez más los grandes formatos, por lo que todo apunta a que éste es un momento de nuevas oportunidades para el sector cerámico español», subraya Bengonya Segura.

Para Colorker, Rusia «es un mercado prioritario, en el que ha focalizado sus esfuerzos durante muchos años, trasladando a sus clientes un producto perfectamente alineado con las tendencias y demandas particulares del mismo en cada momento» y para conseguir este objetivo, la firma «cuenta con un equipo humano especialista en el mercado que permite enfocar mucho mejor sus esfuerzos y alcanzar los objetivos marcados», subraya su consejero delegado.

Un mercado prioritario también para Tile of Spain hasta el punto de contar, por parte de la patronal Ascer, con un plan país específico de promoción que engloba acciones tan dispares como seminarios para la distribución y el prescriptor; campañas de publicidad en medios escritos y digitales; edición de la revista Ceraspaña en ruso; punto de información sectorial y canalización de demandas comerciales y actualización de bases de datos de clientes. Además, el plan de promoción de Tile of Spain en Rusia, cuenta con una página web específica en la que se publican de manera periódica noticias, eventos e información sobre los productos que están más orientados al mercado ruso.