En declaraciones a los medios antes de comparecer en la comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, Ocaña se refirió así al anuncio de ayer del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de crear un fondo de 30.000 millones -ampliable a 50.000- para comprar activos de bancos y cajas y aumentar así el crédito a empresas y ciudadanos.

Ocaña subrayó que esta "línea de financiación" no es permanente y que son préstamos que se dan a los bancos con una garantía que da "plena seguridad" de que ese dinero se va a recuperar.

El secretario de Estado destacó que su impacto será temporal y que su gasto no se queda consolidado en la deuda, ya que "desaparece en el momento en que desaparezcan esos préstamos".

Según el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2009, la deuda del conjunto de las administraciones públicas aumentará en 2009 dos puntos, hasta el 38,8 por ciento del PIB, porcentaje que ahora, según los cálculos de Ocaña se situará entre el 41,5 y el 41,6 por ciento del PIB.

Preguntado sobre la posibilidad de que Hacienda tenga dificultades para financiar este plan, Ocaña señaló que "en teoría puede ocurrir cualquier cosa, pero en la práctica España sigue teniendo un ratio de deuda pública sobre el PIB muy bajo".

Ocaña incidió en que España no aumentará la deuda de manera significativa, a pesar de que casi aumente transitoriamente tres puntos por las medidas anunciadas ayer, niveles en cualquier caso, a su juicio, "muy cómodos y asumibles".

Por ello, aseguró que al existir ese compromiso de volver a los niveles actuales de deuda, "a los mercados les debería parecer bien, y no debería haber mayor problema para financiarlo".

El secretario de Estado recordó que el Estado se financia emitiendo deuda e impuestos, pero subrayó que en estos momentos no está en la agenda del Gobierno ninguna subida impositiva, ni siquiera del IVA.

Durante su intervención, Ocaña reiteró que la crisis no la anticipó el Gobierno, pero tampoco muchos analistas, y mostró su deseo de que las medidas contra esta situación sean consensuadas y tengan un amplio apoyo.

Además, señaló que los Presupuestos de 2009 no están desfasados, no son optimistas y sí son realistas.

Asimismo, afirmó que no se puede bajar impuestos, gastar más y encima reducir el déficit, como quiere la oposición, sino que hay que elegir.

El diputado del PP Vicente Martínez Pujalte indicó que las medidas anunciadas ayer por Zapatero ponen "patas arriba" los Presupuestos y acusó al Ejecutivo de no tener valentía para afrontar la situación, "más allá de las ocurrencias o de la resignación".

También aseguró que es un error que no se haya llegado a un acuerdo sobre financiación autonómica antes de la elaboración de los Presupuestos, "porque nacen viciados al no contemplar el futuro escenario".

Desde CiU, Josep Sánchez-Llibre aseguró que las cuentas estatales son desfasadas, no se adaptan a la realidad y no abordan la crisis. Además, criticó al Gobierno el que no haya cumplido con las inversiones recogidas en el Estatuto catalán, palabras que Ocaña calificó de "insólitas" ya que, en su opinión, sí cumple, ya que "incluso en ámbitos que no se han concretado, se han hecho provisiones para que el dinero esté ahí".

Por parte de ERC Joan Ridao destacó que los Presupuestos cuentan con unas previsiones macroeconómicas difícilmente creíbles.

Asimismo, Ocaña recordó que el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), que se reúne hoy, no tratará la financiación autonómica, sino los objetivos de estabilidad presupuestaria para este año de las comunidades autónomas.