El portavoz comunitario de Competencia, Jonathan Todd, calificó de "sorprendente" que el secretario de Estado francés de Industria, Luc Chatel, haya vinculado la decisión del fabricante al plan galo de apoyo al sector del automóvil.

Para Todd, el mensaje "contradice" la carta enviada por el propio Chatel a la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, en la que, según el portavoz, el Ejecutivo francés aseguraba que no había relación alguna entre las ayudas al sector automovilístico y la ubicación de la producción.

La carta de las autoridades francesas era una respuesta a las dudas que el plan había creado en Bruselas.

París anunció en febrero un programa de apoyo a la industria del motor con una dotación de entre 5.000 y 6.000 millones de euros destinados a la concesión de créditos a bajo interés a sus principales fabricantes -Renault, PSA (Peugeot Citroën) y Renault Trucks- condicionados a que no cierren fábricas en territorio francés ni haya despidos.

La decisión de traslado de la producción del Clio Campus de Renault permitirá la creación de 400 nuevos empleos en la planta francesa, que serán cubiertos por trabajadores de otras fábricas que estén en situación de paro parcial.

Renault explicó hoy en una nota que esta medida responde a su decisión de aumentar la producción de los modelos Clio y Twingo "para responder al aumento de la demanda comercial, como consecuencia de las primas al desguace en Europa".

Al término de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebrada en Bruselas, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, negó cualquier carácter proteccionista de la medida de Renault y recordó que creará nuevos empleos en Francia, pero "no se llevará ninguno de nuestros amigos eslovenos".

Sarkozy, quien expresó su satisfacción por la decisión del fabricante, aseguró que se trata de un "éxito" de las políticas europeas de ayuda al sector y, en concreto, de las primas al desguace que han impulsado la demanda.