Europa Press, Barcelona

El presidente de Seat, Erich Schmitt, insistió ayer en que la congelación salarial que propone la empresa para garantizar la competitividad de la planta de Martorell (Barcelona) y adjudicarse el Audi Q3 es de dos años de duración, por encima de la que propone UGT y que aceptó ayer la plantilla en referéndum. Estas declaraciones, hechas durante la presentación de resultados de la marca -ganó 44 millones en 2008-, llegan después del sí de la plantilla de Seat a una propuesta de UGT en solitario que planteaba una congelación salarial durante 2009 y un aumento del 50% del IPC previsto para 2010. La participación de la plantilla en el referéndum fue de un 76,36%, y se saldó con el 65,5% de los votos a favor de la propuesta ugetista. A pesar de que Schmitt calificó de "paso hacia delante" que los trabajadores estén dispuestos a una congelación, reiteró la necesidad de "dos años sin aumentos", y recordó que, de todos modos, la compañía espera una respuesta "unitaria y clara" del comité intercentros para poderla trasladar a Volkswagen.

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, elogió ayer la decisión de la plantilla de Seat, pero dijo que se trata de un caso específico que no es extrapolable a otras empresas y sectores. Por su parte, el secretario general de UGT, Cándido Méndez, afirmó que los trabajadores de Seat han dado muestras de "gran responsabilidad" y pidió que su ejemplo se siga para recortar las "escandalosas" remuneraciones de los directivos y reducir los dividendos. Su homólogo de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, cuyo sindicato pidió que se rechazara la congelación salarial en Seat, dijo que esta medida no debe convertirse en ningún caso en "norma general".

Por otro lado, los concesionarios del fabricante automovilístico alemán Opel acordaron ayer participar en el rescate de la compañía, con planta en Zaragoza, y, para ello, traspasarán a un fondo 150 euros por cada vehículo nuevo vendido en los próximos tres años.