Ngan declaró ante el Parlamento que los sectores más afectados serán industrias claves de la exportación como textiles y calzado.

A finales del año pasado, la tasa oficial de paro de Vietnam era del 4,65 por ciento de una población activa de 45 millones de trabajadores, la mayoría empleados en el sector primario o la economía sumergida.

El régimen comunista insiste en que el Producto Interior Bruto del país crecerá en 2009 al menos el 6,5 por ciento, pero los expertos creen que la cifra no es realista dado el desplome en la demanda de exportaciones, remesas de emigrantes e inversión extranjera.

Tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional pronostican que el índice de crecimiento de la economía vietnamita se quedará entre el 4,5 y el 5,5 por ciento.

Por otra parte, el ministro aseguró que el Gobierno todavía tiene previsto enviar al extranjero a unos 90.000 trabajadores, pese a que tendrá que absorber a 6.000 que perdieron sus empleos y regresarán a Vietnam.

Entre enero y febrero de 2009, unos 18.000 vietnamitas se fueron a trabajar a Corea del Sur, Japón, Taiwán y países del Golfo Pérsico.