¿Por qué la dimisión de Luis Juares ha facilitado la creación del grupo Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM)?

Fue la percepción de Luis Juares cuando decidió dimitir. Él sabía que el tema estaba muy avanzado y que el equipo directivo estaba haciendo gestiones. Es verdad que él interpreta que el proyecto será más o menos contundente en función de si está o no. Una persona que ha sido 25 años presidente de la entidad y que tiene una personalidad muy fuerte, para bien y para mal... Sabía que tenía grandes amigos y grandes enemigos y supongo que hizo esa interpretación.

¿Qué supone para Ruralcaja aliarse con dieciséis entidades que juntas sólo le aportan el 25% de sus activos?

Es cerca de un 30%. Nos aportan, más que en cantidad, en construir un modelo que ha sido bien diseñado. Las rurales tienen en la Comunitat más peso que en el conjunto del sistema bancario español y es porque todo el mundo ha tenido una marca local muy poderosa. La que se diluye más, tal vez, es la de Ruralcaja, porque es más grande, pero las marcas locales son muy poderosas. Tienen menos peso absoluto, pero más a nivel relativo. Esto añade un mercado importante para el grupo. Ruralcaja aporta a las cajas pequeñas sus recursos propios, que permiten generar negocio que solas no podrían. Es una combinación perfecta.

Entre las nuevas socias de Ruralcaja hay alguna entidad, concretamente la mayor, Caixa Rural de Torrent, con un pasado conflictivo que incluye sanciones del Banco de España a ex miembros de su consejo rector. ¿Cuántas entidades con problemas se han colado en el grupo?

En este momento, ninguna. Lo que pasó en Caixa Rural Torrent está totalmente superado.La lectura más fácil sería decir que los ratios, entre comillas, peores serían los de Ruralcaja, porque el resto tiene unos ratios mejores, pero, como el tamaño es tan distante, no ayuda. A sensu contrario, el exceso de recursos propios que tiene Ruralcaja en términos absolutos es muy importante. Hay cajas en el grupo que tienen un exceso relativo más importante que Ruralcaja, pero que, dado el tamaño, si tuvieran algún problema no podrían salvarse, mientras que el exceso de recursos propios de Ruralcaja es suficientemente importante para apoyar a los demás.

Por tanto, no se puede decir que haya habido un rescate por parte de Ruralcaja.

No. De ninguna de las maneras. Todas las entidades están en muy buena situación. Y, si llegara el caso, intentaríamos obtener algún tipo de ayuda pública, pero no por temas de solvencia sino de racionalización del sistema en términos de intentar reducir servicios centrales, concentrarlos, y eso podría producir un exceso de capacidad y podríamos pedir ayuda, si llegara el momento.

¿Recurrirán al Frob (fondo estatal de reestructuración bancaria)?

Hoy por hoy, no.

El primer trimestre, Ruralcaja lo cerró con una morosidad alta del 6,78% y una caída del beneficio del 66% ¿Cuál es su pronóstico para el ejercicio?

Ruralcaja se destacó el año pasado por cerrar con un índice de morosidad muy superior a la media del sistema. Pero ya dije que estaba convencido de que habíamos tenido un reconocimiento más rápido que otras entidades y que no habíamos acudido a alternativas como adjudicaciones en pago de inmuebles, cosa que otros hicieron. Lo relevante, por tanto, es lo que tienes de morosidad más lo que te has adjudicado de inmuebles en pago de deudas. Mi pronóstico es que Ruralcaja cerrará el año empatando con el anterior en resultados. Por tanto, en términos de variación relativa, mejor que el sector. El sector cerrará con peores resultados que el año anterior y nosotros empataremos. Respecto a morosidad, nosotros continuaremos bajándola, aunque ligeramente, y el resto, aumentándola, aunque sea ligeramente.

¿Tienen suficientes reservas para hacer frente al proceso de fusión sin que acabe por perjudicarles?

Ruralcaja tiene una posición de solvencia increíblemente buena, mejor que mucha gente que opera en esta Comunitat y que tiene una posición razonable ante el mercado. Tenemos un exceso de recursos propios relativo más grande. Este proceso de concentración de grupo no nos representa ningún problema porque el resto está en solvencia igual o mejor que Ruralcaja, aunque más pequeños en términos absolutos.

Tras la firma de constitución del grupo hablaron de un posible recorte de oficinas y personal. La pregunta anterior en parte iba por ahí.

El exceso de personal dependerá de hasta qué punto las cajas del grupo quieran llegar en cuanto a gestión conjunta de plantillas. Está por debatir ese punto. Si todo el mundo llegara a tener el compromiso máximo posible, sí que estaría encima de la mesa la posibilidad de ofrecer voluntariamente a los trabajadores con una edad alta buenas condiciones para irse a su casa. Pero es pronto para decirlo, porque habrá cajas que querrán tener un compromiso a tope en ciertas cuestiones como la solvencia pero mantener para sí la política de personal. Estamos ante un modelo que combina la independencia en la gestión con una unidad en temas básicos.

El día de la firma del acuerdo, usted dijo que espera más incorporaciones, incluso de fuera de la Comunitat. ¿Podría precisar?

Las incorporaciones más razonables antes de final de año serían entidades de la Comunitat que ya han estado en conversaciones durante el proceso y que no firmaron el acuerdo porque necesitan más tiempo. Después está la posibilidad de entidades de fuera de la Comunitat que también se han puesto en contacto con nosotros para interesarse en el proceso. Pero debo ser muy respetuoso.

¿Las foráneas son de autonomías próximas a la valenciana?

Sí. Tanto al norte, como al sur y al este.

Respecto a las valencianas, de las 36 que había, exceptuando las 17 que se han unido en torno a Ruralcaja y las tres que lo han hecho con Cajamar, quedan 16. ¿Cuántas podrían incorporarse al grupo Cajas Rurales del Mediterráneo?

No sé si es más importante el número o si aportan más o menos activos. Será inviable que todo el mundo esté de acuerdo con CRM. Quiero pensar que al menos en términos de activos mayoritariamente podrían estar dentro.

¿Podríamos hablar de que a final de año las rurales valencianas estarían distribuidas en dos polos, uno con Ruralcaja y otro con Cajamar?

Al final del proceso habrá eso que usted dice y algunas entidades que mantendrán su independencia jurídica y de gestión.

Sería cumplir el gran objetivo del Banco de España en cuanto a reestructuración del sector, al menos en la Comunitat. Por cierto, cuando llegó a Ruralcaja desde el ICO se dijo que venía en comisión de servicios enviado por el Banco de España.

Me buscó Luis Juares, única y exclusivamente. Es un tema suyo. No negociamos ni las condiciones económicas, sino de cuál era la parcela de competencias suya y mía, pero el Banco de España nunca me sugirió que yo viniera.

¿Fue la operación Cajamar-CajaCampo el detonante de esta operación CRM?

No sabría decir si es anterior o simultánea. Al poco de llegar, descubrí que un grupo cooperativo es una vía que desconocía y que puede aportar las ventajas de una fusión sin ninguno de sus inconvenientes. A partir de ahí me pongo a trabajar. Si Cajamar estaba ya desarrollando su proyecto, lo desconozco. Sí es cierto que cuando se hace público su proyecto nosotros ya estábamos trabajando.

¿Y el Banco de España qué les decía?

El Banco de España sólo habla oficialmente para llamar la atención al resto cuando no lo hace bien. El Banco de España es el promotor del Fondo de Reestructuración, piensa, según yo lo interpreto, que esta situación de crisis es un momento razonable para reestructurar el sistema, que la crisis es profunda y, aunque el sistema esté resistiendo mejor que otros, es un buen momento para crear entidades más grandes. Desde ese punto de vista teórico, esta operación encaja, pero eso no quiere decir que el Banco de España nos haya felicitado. Estoy convencido de que está contento, porque, si llega a buen puerto, en lugar de tener que inspeccionar a 17 entidades, lo hará sólo con una.

Usted ha sido director general de la CAM y del Instituto de Crédito Oficial antes de su actual cargo. ¿Por qué cree que la banca española ha llegado a la actual situación si estaba tan bien regulada y supervisada?

La banca ha tenido un nivel de saneamiento muy por encima del resto del mundo. Aquí no ha habido problemas, como en otros países donde los bancos han caído como un castillo de naipes, si exceptuamos una caja (Caja Castilla-La Mancha) de tamaño intermedio. El problema está controlado y se le dará una buena salida. ¿Quiere eso decir que el sistema está libre de problemas? No. Ha resistido la primera oleada de crisis, pero, en función de cuál sea la profundidad y duración de la crisis, saldremos mejor o peor. Sin duda, saldremos de la crisis con un sistema reordenado, con menos entidades, más grandes y eficientes, y seguramente con ayudas provenientes del sector público o del Fondo de Garantía de Depósito. En cualquier caso, sin coste para la gente. La cuestión es que tenemos un grave problema de morosidad y es la parte que hemos hecho mal, que está vinculada a los doce años de bonanza económica que hemos vivido. El peso de la construcción y la promoción inmobiliaria en el crecimiento español ha sido demasiado grande y eso ha sido alimentado por los bancos. Los bancos han cometido excesos. Nos hemos equivocado y también lo estamos pagando.

¿Qué panorama otea usted? ¿Habrá fusiones interregionales?

El modelo en cuanto a competencias es distinto entre las cajas de ahorros y las rurales. El peso competencial de las autonomías sobre las cajas de ahorros es mucho más grande que el que tienen sobre las rurales. Las rurales no constituyen un problema, mientras que las de ahorrro sí, porque la presencia político-pública es muy grande. Las rurales tienen detrás cooperativistas y se aproximan más a un modelo de sociedad anónima. En las cajas de ahorros tenemos representantes mayoritariamente políticos y es un modelo muy malo.

¿Prevé, entonces, fusiones interregionales de cajas de ahorros o sólo en caso de desastre económico en una entidad?

La primera fusión interregional o adquisición o venta de activos será Caja Castilla-La Mancha. Se producirá un gran conflicto entre los intereses políticos de la autonomía para intentar preservar la identidad de la caja y la posición del Banco de España y el Ministerio de Economía, que son los que han puesto el dinero para salvarla y querrán, una vez saneada, que entre en un proceso de concentración con otra que necesariamente tendrá que ser de fuera de la región. No descarto más fusiones interregionales. Lo que sí veo muy complicado es que haya fusiones interregionales de cajas de ahorros si alguna no está en problemas. Si no hay problema, me atrevería a decir que la oposición de la comunidad autónoma será muy fuerte.

En su etapa en la CAM defendió que no era positiva la fusión con Bancaja. ¿Qué opina ahora?

Estamos en 2009 y yo hablaba entonces en 2001. La opinión en aquel momento estaba fundamentada y ahora es como observador. Es injusto decir que Juan Antonio Gisbert es 'antifusión'. Difícilmente encontrará personas que hayan dirigido entidades que hayan hecho más fusiones que yo. Técnicamente, en aquel momento, recomendé que no se hiciera. El modelo que se había establecido entre las cajas era complicado por la superposición de oficinas y negocio. En aquel momento, se hablaba de la destrucción de un montón de puestos de trabajo ,con un coste económico elevadísimo, del cierre de un montón de oficinas. Visto desde fuera, en lo que hace referencia a número de oficinas y empleos, el problema es igual o más grave. No tengo las pirámides de edad. Entonces se hablaba de jubilar gente con 47 años, lo que generaba un problema de coste social y psicológico añadido.