El Ministerio de Industria y la patronal eléctrica Unesa estiman que la tarifa de último recurso (TUR), la única que fija el Gobierno y a la que pueden acogerse unos 25 millones de hogares, subirá en enero entre el 2,7 y el 3%.

En el cálculo de la TUR influyen los peajes de acceso, que Industria propone que suban el 14,23% en baja tensión (hogares y pymes, habitualmente), y el resultado de la subasta CESUR (subasta de energía entre comercializadoras de último recurso), que se celebrará el 15 de diciembre.

Fuentes de Unesa explicaron que la previsión es que el resultado de la CESUR sea inferior al de hace un año y no descartaron que si la caída es muy fuerte la tarifa de último recurso pueda mantenerse o incluso bajar. No obstante, consideraron más factible una subida de en torno al 3% que de entre el 7 y el 10%, como se había anticipado.

Por su parte, en un comunicado, Industria subrayó que a fecha de hoy "no es posible determinar con precisión cuál será el precio de la electricidad aplicable a partir del próximo 1 de enero".

Recordó que en el cálculo de la TUR, a la que sólo tienen acceso los usuarios con potencias contratadas inferiores o iguales a los 10 kilovatios (kW), influyen principalmente dos elementos: las tarifas de acceso (que retribuyen el uso de las infraestructuras) y el coste de la energía (que se determina mediante la subasta competitiva entre las comercializadoras de último recurso).

La nota añade que las "estimaciones" realizadas por Industria, basadas en la cotización de la electricidad en los mercados de futuros, "apuntan a que el resultado de la revisión de la TUR podría representar un incremento de entorno al 2,7%".

Industria ha remitido a la Comisión Nacional de la Energía una propuesta de Orden para la revisión de las tarifas de acceso, en la que plantea un incremento de los peajes del 14,23% para la baja tensión y del 22,12% para la alta tensión (grandes consumos).

Primas e incentivos

Entre otros conceptos, los "peajes" retribuyen conceptos como las primas a las renovables, los incentivos al uso del carbón autóctono (vía garantía de potencia) y el déficit de tarifa que se genera porque los ingresos obtenidos vía recibo de la luz no cubren todos los costes que soporta el sistema.

En la Orden se estable para 2010 una previsión de costes de las actividades reguladas de 16.050 millones de euros, mientras que los ingresos se cifran en 13.784 millones, por lo que el déficit no alcanzará los 3.000 millones fijados como límite por el Ejecutivo en el decreto para poner fin a la generación de déficit tarifario en 2013.

Las primas e incentivos al régimen especial (renovables y cogeneración) supondrán un coste de 5.888 millones de euros, según el documento.

Tanto Industria como las eléctricas han explicado en varias ocasiones que, dados los bajos precios actuales de la energía, la TUR debería bajar y que si no lo hace es debido al déficit de tarifa.

El precio de la luz viene subiendo cada año desde 2003, aunque sólo desde 2006 (5,28%) lo hace por encima del IPC. Si en 2007 la subida fue del 2,98%, en 2008 registró un incremento del 9,08% (3,3% en enero y 5,6% en julio). En enero de 2009 se aplicó una subida del 3,4% y en julio, del 2%.

En el momento en que se lanzó la TUR, Industria calculó que 24,9 millones de clientes podrán acogerse a esta tarifa, esto es, el 95% de los consumidores, que representan el 68% del consumo. Los consumidores domésticos pueden elegir entre el mercado y esta tarifa, que para determinados colectivos (familias numerosas, tarifa social, familias con todos los miembros en paro y pensionistas) da derecho además al bono social.