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El Pleno del Congreso aprobó ayer la llamada Ley Ómnibus, con la inclusión de lo referente al sector del taxi, que modifica 47 leyes estatales de sectores como el de la energía, el transporte, las comunicaciones, la agricultura o la sanidad y pretende liberalizar el sector servicios. La ley incluirá finalmente la regulación del sector del taxi. Miles de taxistas se manifestaron ayer en Madrid en protesta contra esa norma concreta que, según las asociaciones de autónomos del taxi convocantes de la marcha, liberalizará el sector con un sistema paralelo "como el que hay en África y Sudamérica" y dificultará un servicio "de calidad como el europeo". La norma liberaliza el uso de coches de alquiler con conductor.

Miles de taxistas mantuvieron ayer una huelga no autorizada en la capital, tras la manifestación celebrada por la mañana contra la Ley Ómnibus, y parlizaron el servicio de taxis enel aeropuerto de Barajas y la estación de Atocha, entre otros puntos neurálgicos de la ciudad. Así lo sufrieron los miles de usuarios que intentaron coger un taxi ayer en la capital. Algunos de ellos explicaron que muchos conductores se han negado a recogerles bajo el argumento de que "estaban en huelga".

Además, decenas de taxistas se concentraron en los alrededores de la estación de Atocha Renfe, concretamente en el carril de acceso estipulado para este servicio. Con las luces apagadas y con pitos de sus bocinas, los conductores continuaron así las protestas de esta mañana y han colapsado esta entrada, por lo que los potenciales usuarios no pudieron utilizar este servicio.

Cinco detenidos

Además, los pocos profesionales que intentaron trabajar ayer en la zona fueron disuadidos por otros compañeros para que no ejercer su derecho al trabajo. De hecho, hasta el cierre de esta edición, en todo Madrid cinco personas habían sido detenidas por este motivo y otra treintena fue identificada por diversos motivos de alteración del orden público

Desde la mañana, varios espontáneos, -se desconoce si de forma organizada- se situaron desde primera hora de la mañana en varias de las paradas de taxi más céntricas y solicitadas por los usuarios para, a modo de piquetes, evitar que sus compañeros del sector puedan realizar el servicio con normalidad y se sumaran a la convocatoria contra el artículo 21 de la Ley Ómnibus. El momento más tenso de la mañana se produjo a su paso por la glorieta de Atocha, cuando los manifestantes mostraron su ira contra dos taxis que realizaban servicios, llegando a romper la luna trasera de uno de los vehículos, por lo que la policía tuvo que contener a los más exaltados.

El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, afirmó que varias patronales del taxi están de acuerdo con esta ley y que lo que ha habido es un malentendido en su contenido. Resaltó que en el Senado ya se suprimió una parte del artículo 21 que podía generar confusión entre los taxistas.

De hecho, el presidente de la Confederación del Taxi de España, José Artemio Ardura, dijo que la seguimiento del paro de profesionales del sector en España supuso un "fracaso estrepitoso". A su juicio, este "fracaso" ha dejado claro que el sector del taxi español no entiende ni respalda las posiciones de carácter político que mueven a los convocantes de esta jornada de movilizaciones. El servicio en la Comunitat Valenciana fue completamente normal.

Objetivos de la ley

La Ley Ómnibus tiene por objetivo impulsar la creación de empresas, la competencia y la internacionalización de las pymes en el sector servicios, que representa el 66% del PIB y del empleo en España. La nueva normativa supondrá la modificación de 47 leyes estatales, 116 decretos leyes y normas autonómicas y municipales y eliminará 16 regímenes de autorización previa, otros 32 los sustituirá por comunicaciones previas, y suprimirá 111 requisitos. Según los cálculos del Gobierno, aportará 1,2 puntos adicionales al PIB y favorecerá la creación de 200.000 empleos.