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La inversión refugio que en las últimas dos décadas había representado el cultivo de cítricos en la Comunitat Valenciana, Murcia y Andalucía -las principales zonas productoras en España-, sobre todo para grandes fortunas y agricultores a tiempo parcial, ha pasado ya a ser historia. La expansión naranjera se hunde por tercer año consecutivo al desplomarse el número de nuevos plantones jóvenes a 1,93 millones de árboles durante la campaña oficial 2008/2009 -últimos datos oficiales de la conselleria de Agricultura-, lo que supone algo menos de la mitad de la media anual lograda entre 2000-2006, con 4,81 millones de unidades.

La citricultura española deja de contar con esas plantaciones de árboles jóvenes, que cada año favorecían un progresivo incremento de la producción y alimentaban el floreciente negocio de los viveros. Las cifras que constata la administración autonómica, que contabiliza el 80% de los plantones que se comercializan en España, reflejan también que las clementinas vienen arrastrando el recorte de nuevas plantaciones desde hace una década, mientras que las naranjas, tras un repunte entre 2004 y 2006, sigue con menores ventas. Limones y pomelos mantienen estable el nivel de facturación durante los últimos ejercicios.

Clementinas tardías

Ante esa situación, el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, reclama una política que impulse un crecimiento "racional" de la citricultura, así como medidas que estabilicen la superficie y producción nacional sobre un mapa varietal rico y adaptado al mercado. Que sean otros los que crezcan sin sentido pero que la cantidad no desbanque nuncia a la calidad en nuestra oferta", agregó. El dirigente agrario lamenta que se produzca el descalabro en la comercialización de plantones a pesar de la aplicación del Plan Nacional de Reconversión Varietal. "Ya advertimos -puntualiza Aguado- que dada la alarmante descapitalización de los citricultores, el financiar sólo entre un 40% y un 50% de los costes de reconversión iba a ser insuficiente".

Prueba del desastre citrícola es la comercialización de plantones de mandarinas híbridas -las clementinas tardías, que permiten desestacionalizar más allá de diciembre la temporada de esta variedad- ha pasado de 475.092 unidades en 1999/2000 a tan sólo 49.357 en la de 2008/2009. Por lo que respecta a la marcha de la actual campaña naranjera, la lonja de cítricos de Valencia asegura que la semana comienza con "pocas compras en el campo debido a la climatología". Y sus índices de precios indican un estancamiento al compararse con la anterior.