El presidente del Gobierno vasco, Patxi López, inició el domingo una visita a Brasil que a buen seguro habrá encogido el corazón del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, tan deseoso siempre de encontrar en el exterior un poco de lustre para sus cuitas internas. Un mes después de que regresara de una estancia de una semana en el gigante sudamericano en la que lo máximo que consiguió fue que lo recibiera un homólogo, el gobernador de Sao Paulo, José Serra, ve cómo el lehendakari se reunirá el próximo miércoles con el mismísimo presidente brasileño, Luiz Ignacio Lula da Silva. Claro que la delegación vasca, a diferencia de la valenciana, sí es una auténtica misión comercial, de apertura de mercados y de establecimiento de contactos empresariales.

Los números hablan por sí mismos. Camps estuvo en Brasil -Sao Paulo, Rio de Janeiro y Brasilia- acompañado por tres empresas (entre ellas Dominguis y Ros Casares), varios miembros del Consell y un nutrido grupo de dirigentes empresariales (Feria, puerto, patronales, cámaras...) que, en algunos casos, fueron a regañadientes ante la evidencia de que la misión era una pérdida de tiempo o un alivio presidencial en otra semana que tenía que comparecer en las Corts por el caso Gürtel. López encabeza una misión coordinada por las cámaras vascas e integrada por el presidente de este organismo, el vicepresidente de la patronal de Euskadi, el consejero de Industria y 125 directivos de más de cien empresas (algunas han enviado a más de un ejecutivo) de todo tipo de sectores. La delegación visitará firmas brasileñas, celebrará encuentros con directivos de estas empresas y también se detendrá en las sedes que compañías vascas, como CAF o Cie Automative, tienen en Brasil.

La misión valenciana, que organizó su viaje con dos semanas de antelación, tuvo como principales hitos la reinauguración de una oficina del Ivex en Sao Paulo que funcionaba desde 1997 y la firma de convenios sin sustancia conocida de Feria Valencia y el Puerto. También hubo una reunión con la patronal de Sao Paulo y con dos secretarios de Estado (transporte y economía) del Gobierno brasileño. La delegación de López, además del encuentro con Lula, se reunirá con tres ministros: Transporte, Minas y Energía e Industria y Comercio Exterior.