La escalada en el precio de los carburantes que esta semana reconocía el Índice de Precios al Consumo (IPC) correspondiente al mes de marzo -la tasa más alta en año y medio al alcanzar el 1,4%- vuelve a situar en un nuevo máximo anual a la gasolina y el gasóleo de automoción tras la séptima subida en lo que va de 2010, sobre todo en la Comunitat Valenciana. Las estaciones de servicio de la autonomía, según los últimos datos del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, registran en los primeros dos meses de este ejercicio los precios medios más elevados de España al ofrecer el litro de gasolina 95 sin plomo a 1,117 euros (un 21% más cara que hace un año). Mientras, el gasóleo ha pasado de 0,871 euros/litro a 0,998 (+14,6%), según constatan los datos oficiales de la administración pública.

Tras la vuelta de las vacaciones de Semana Santa y Pascua, a pocos conductores se les pasa por alto el preocupante incremento de estos costes energéticos. Llenar el depósito de un automóvil con motor diesel cuya capacidad sea 50 litros,cuesta ahora 54,35 euros, cinco euros más que a principios de año. Mientras, el precio del tanque de alimentación lleno de gasolina ha subido 4 euros, hasta los 59,25 euros. Paralelamente, el encarecimiento de los carburantes coincide con el incremento de la cotización del barril de petróleo tipo Brent, de referencia en Europa, que esta semana marca los 86,5 euros y se mueve en máximos desde mediados de 2008.

Respecto al ejercicio precedente, el precio del litro de gasolina y gasóleo se ha incrementado más de un 25% en ambos casos en España, desde los 0,942 euros y 0,869 euros, respectivamente. En ningún momento de 2009 el gasóleo llegó a costar un euro el litro. Pese a la subida de precios, la gasolina y el gasóleo siguen alejados de los máximos históricos que alcanzaron en julio de 2008, cuando el crudo marcó su precio récord en 147,5 dólares por barril.

Aunque la liberalización de la energía desató a principios de la década cierta euforia entre los consumidores al pensar que se produciría una importante diferencia de precios entre las estaciones de servicio. Así las cosas, y a pesar de las advertencias y sanciones aplicadas por la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ese margen es realmente estrecho, con lo que el pacto entre petroleras, pues también controlan gran parte de la distribución Comercial, parece que se mantiene desde entonces.

Sea como fuere, las estadísticas periódicas del Ministerio de Industria revelan que la gasolina más barata en la provincia de Valencia se encuentra en una estación de servicio de Carcaixent (1,064 euros/litro), mientras que la más cara, en un establecimiento de Mislata (1,238 euros/litro). Mientras tanto, el gasóleo más barato también se encuentra en esa localidad de La Ribera Alta (0,944 euros) y el más caro, en Silla (1,2 euros).