El bloqueo de transportistas que sufre el puerto de Valencia podría tener como consecuencia principal el desvío de portacontenedores hacia otros destinos a partir de mañana. Barcelona, por razones de costes y equipamiento específico, se convierte en la principal opción que barajarán las navieras en caso de tomar la decisión.

Las previsiones apuntan que en la zona se mueven unos 5.000 contenedores al día y, tras cinco días de paro, las terminales se están congestionando. De no resolverse la situación, las negociaciones se retoman hoy, las escalas serán las primeras damnificadas.

El flujo de naves entre Valencia y Barcelona ya se ha dado en anteriores ocasiones. Quizá por ello, no es un escenario nuevo para el sector. Víctor González, Secretario General de Transcont (Asociación de Auto Patronos del Transporte de Contenedores de los Puertos de la Comunitat Valenciana), explicó que "es evidente que cuando las terminales se bloquean están al límite y, de seguir así, los barcos que tienen que atracar y descargar tendrán que esperarse o desviarse".

El portavoz de la entidad convocante de los paros reflejó que "ésta no es una situación cómoda para nadie. Desde el minuto 1 de la huelga nuestras intenciones han pasado por el desbloqueo de la misma tras llevar a cabo las negociaciones, lo malo es que no conocemos lo que piensan los demás interlocutores ni si sus intenciones son serias".

El actual período de inactividad en el puerto, convocado por Transcont, también ha sido secundado por Transconval -escisión de la anterior- y ELTC (Asociación de Empresas de Logística y Transporte de Contenedores).

Carlos García, gerente de ELTC, expuso que "el desvío es una posibilidad que no me sorprende, es algo que ya ha pasado. La decisión de ir a otro puerto depende de la rotación del barco, de la mercancía que debe descargar... de hacerse realidad, la problemática se situaría en un contexto de mayor presión".

Un punto conflictivo

Lo cierto es que la huelga convocada hace cuatro días no es un hito aislado en la historia reciente del puerto de Valencia. Así lo valoró Luis Rosa, presidente de ATEIA Valencia (Asociación de Transitarios, Expedidores Internacionales y Asimilados). El portavoz empresarial apuntó que "este tipo de sucesos causan que el puerto de Valencia tenga reputación de punto conflictivo en todo el mundo. Lo cierto es que los problemas con la estiba y el transporte ya son reincidentes. Barcelona y Algeciras, por ejemplo, han registrado menos procesos de este tipo. Y así lo hacen saber a las compañías, grandes y pequeñas, que operan en el Mediterráneo; es una sardina que llevan a su ascua".

Entre todos los agentes consultados, la Autoridad Portuaria de Valencia (APV) destaca por su prudencia. Daniel García, responsable de Relaciones Externas de la APV expresó que "el desvío es un riesgo indeseable, aunque creo que el puerto aún podrá aguantar. Hoy-por ayer- no he visto ningún piquete. Se ha de ser realista y todos los implicados deben ver que la situación daña los intereses de todos".