Los empresarios valencianos consideran que la reforma de la sanidad pública es una medida "urgente" para salir de la crisis y, dentro de ella, apuestan por introducir el copago "con fines más disuasorios que recaudatorios", contener el gasto farmacéutico y disminuir el "absentismo del personal sanitario", que "es del orden del doble que en el promedio de los funcionarios". Así lo expresó ayer el presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), José Vicente González, en una mesa redonda sobre El sistema productivo valenciano: hacia un modelo con futuro que compartió en la Real Sociedad Económica de Amigos del País con los presidentes de las patronales de Castelló, José Roca, y de Alicante, Rafael martínez Berna, quien, antes del acto, mostró su total coincidencia con las medidas de reforma enunciadas por González.
El presidente de la CEV recordó que el principal problema español, además del paro, es el elevado endeudamiento, el más alto de los países desarrollados, con un 400% del PIB. La parte menos importante de ese porcentaje corresponde a la deuda soberana, con 60 puntos, seguida de los 90 de la de las familias, los 110 de las entidades financieras y los 140 de las empresas. "Hemos gastado o invertido más de lo que generábamos" y ahora los mercados desconfían, "nos prestan, pero cada vez a unos tipos de interés más altos" y "si no perciben que estamos tomando las decisiones que corresponden en estos momentos la financiación externa que necesitamos imperiosamente podría secarse".
González considera que las últimas medidas adoptadas por el Gobierno "apuntan en la buena dirección", pero "evidentemente no son suficientes", porque en las "administraciones públicas todavía quedan apartados en los que habría que reducir el gasto" y porque "faltan reformas estructurales que permitan aumentar los ingresos" y "reformar nuestro actual sistema productivo". El objetivo, en su opinión, sería lograr un modelo que permitiera "crear empleo con crecimientos del PIB del orden del 0,5% y no del 2%", ya que , además de contribuir a la solución del problema del desempleo, mejorará las arcas públicas al aumentar los ingresos (IRPF y cuotas a la SS) y reducir los gastos (prestaciones por paro).
Para el presidente de la CEV, las tres medidas urgentes -sin olvidar la recientemente fracasada reforma del sistema educativo, que es una "cuestión prioritaria"- son la ya mencionada de la sanidad, la financiera, para permitir que el dinero llegue a las empresas y a las familias, y la del mercado laboral. Respecto a esta última, González no quiso ser muy concreto porque está en pleno proceso de negociación, pero dejó dichas una par de cosas muy elocuentes: que "esta reforma no puede ser simplemente cosmética, para salvar la cara de los negociadores" y que, visto cómo se ha disparado el paro con la crisis, "el actual marco de relaciones laborales no sirve ni para garantizar el empleo a aquellos que dice querer proteger.
Ausencia de la Generalitat
Así las cosas y a pesar de confesar que "el sentido individualista que tenemos los valencianos no es en este caso precisamente una ayuda", González insistió en que las reformas estructurales necesarias para cambiar el modelo productivo pasan por que la industria recupere el peso que tuvo en el pasado, por el despliegue internacional, el uso intensivo de las TIC y "una buena logística". Al acto no asistió ningún representante de la Generalitat, pero sí los líderes del PSPV, Jorge Alarte, CC OO, Paco Molina, y UGT, Conrado Hernández, y el presidente de Feria Valencia, Alberto Catalá.