La constitución del Grupo Cooperativo Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM) supondrá el cierre de 29 oficinas y la supresión de 157 puestos de trabajo, que la dirección del grupo prevé cubrir con jubilaciones anticipadas.

Así lo ha indicado hoy el director general de Ruralcaja, Juan Antonio Gisbert, en una rueda de prensa posterior a la firma del contrato de constitución de CRM por parte de los presidentes de las catorce cajas rurales que lo integran.

Además de Ruralcaja, forman parte del grupo las cajas de Torrent, Crèdit Valencia, Altea, Burriana, Callosa d'En Sarrià, Nules, Alqueries, Cheste, Alginet, Vilavella, Almenara, Xilxes y Vilafamés.

Gisbert, también director general del grupo por ser Ruralcaja la entidad cabecera, ha explicado que se reducirán 99 empleos como consecuencia de la unificación de los servicios centrales, y otros 58 por el cierre de oficinas.

Sin embargo, ha aclarado que en el grupo hay más de 180 personas de más de 57 años que trabajan en las cajas del grupo y que se podrían acoger a prejubilaciones voluntarias "en condiciones excelentes, que se pactarán con los sindicatos" para cubrir esos 157 puestos que serán suprimidos.

El cierre de las oficinas no se producirá hasta que el Banco de España autorice la constitución del grupo, de manera que "el proceso de cierre comenzará en septiembre u octubre", según Gisbert.

Por otra parte, ha asegurado que se ha calculado el impacto en la eficiencia, que este año "será negativo", pero que "irá creciendo" a partir del próximo año y alcanzará el máximo de ganancia a partir de 2014, con un efecto neto de 20,5 millones de euros anuales recurrentes.

Parte de este crecimiento será el resultado del ahorro de los más de 14 millones de euros anuales previstos a partir de 2014, propiciado por el cierre de oficinas, la reducción de personal y la unificación de los servicios centrales.

El director general de CRM ha aclarado que la unión de estas entidades se ha hecho "por vocación, no por obligación", y ha afirmado en este sentido que el grupo no pedirá ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) estatal, puesto que "no las necesita".

El Sistema Institucional de Protección (SIP) que han formado las entidades que integran CRM es "diferente" al formado por las cajas de ahorros, ya que en este caso "no se crea una entidad nueva", sino que las entidades participantes escogen una cabecera, cuyos órganos de gobierno pasan a ser también los del grupo.

Así, las decisiones de CRM las tomará el consejo rector de Ruralcaja, que ha puesto a disposición del resto de cajas rurales un 50 por ciento de sus puestos para sus representantes.

Además, se ha creado una junta de cajas miembro, formada por todos sus presidentes, que tomará "decisiones relevantes en determinados aspectos", como las modificaciones del contrato o la incorporación de otras entidades.

En este caso, el voto de Ruralcaja valdrá el 50 por ciento, mientras que el del resto de entidades estará repartido en función de los activos de cada caja rural.

En cuanto a la implantación de la marca CRM, ha explicado que el contrato de constitución obliga a combinar la marca propia con la marca del grupo, pero ha señalado que se ha marcado un plazo de implantación de tres años, "porque el objetivo es ahorrar costes, y este proceso tan costoso no es la prioridad de Cajas Rurales del Mediterráneo".

Gisbert, que ha evitado pronunciarse acerca de los SIP formados por otras entidades financieras, ha asegurado que el grupo CRM "está muy satisfecho de potenciarse en el contexto y en el ámbito exclusivo de la Comunitat Valenciana".

Ha comentado, respecto a la posibilidad de que se incorporen al grupo las alrededor de quince cajas rurales de la Comunitat que no han participado en ningún proceso de fusión, que "esto no ha hecho más que empezar".

La creación de una alianza entre las 72 cajas rurales pertenecientes al Grupo Caja Rural en toda España "servirá para prestarse liquidez entre ellas, y para respaldarse en momentos de dificultad en cuanto a solvencia", ha agregado.