El SIP que hoy firman Caja Madrid, Bancaja, la Insular de Canarias y las cajas Laeitana, de Ávila, Segovia y de La Rioja, supondrá, entre otros muchos cambios, que Bancaja se haga cargo de las redes de las otras seis socias en la Comunitat Valenciana y Baleares. Ello implica que, en el momento en que entre en funcionamiento el grupo estructurado en torno a un banco, los clientes de Caja Madrid que ahora disponen de 140 oficinas en la autonomía pasarán a depender de Bancaja. Sin haberlo pedido y, en algunos casos, sin desearlo. Sucede en todas las fusiones. Pero aquí hay un elemento diferenciador y es que Caja Madrid no desaparece. ¿Qué sucede con los clientes que quieran seguir con esa entidad si se encuentran que ya no tienen oficinas en su lugar de residencia? ¿Les cobrará Bancaja por darles servicio? ¿Y si viajan a un territorio en el que sí está presente la entidad madrileña pero ya no son clientes de ella? ¿Qué pasará con las condiciones contractuales de ese cliente a la hora de cambiar obligado de entidad?

Estas incógnitas son extensibles a todas las cajas del SIP y a las áreas de influencia que se han adjudicado. Fuentes oficiales de Bancaja aseguraron ayer que no se sabe nada al respecto. Todo está por concretar. Lo único que apuntan con cierta seguridad es que todos los clientes pasarán a integrarse en el SIP.

El presidente de la Unión de Consumidores de España y consejero de Bancaja, Pedro Hernández, asegura haberse interesado ya sobre la cuestión y haber obtenido por respuesta que "aún no se puede concretar". En su opinión, los clientes con residencia en la Comunitat Valenciana pasarán automáticamente de cualquiera de los otros socios a Bancaja "sin alterar las condiciones que tuvieran". "Se suele hacer de tal forma que al cliente no le afecte en absoluto", añadió Hernández antes de pedir que se aclare qué sucederá "si vas a Madrid, donde Bancaja no tendrá presencia, y quieres sacar dinero en Caja Madrid. ¿Te cobrarán el medio euro que ahora te cobran?".

Denunciar

El presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), Fernando Móner, es terminante a la hora de dejar claro que los clientes forzados a cambiar de entidad financiera "deben conservar los mismos derechos". En consecuencia, "si Bancaja no le da el mismo servicio ni las mismas condiciones que tenía en su entidad de origen, el cliente debería denunciarlo". El dirigente de UGT Xavier Tarazona reclama también clarificar esta cuestión. Y pone énfasis en otra colateral. Tarazona cree que en Canarias el conjunto de las entidades del SIP puede perder clientes al haber otorgado las Islas Canarias en exclusiva a la Caja Insular, con sede en Las Palmas. En su opinión, dada la rivalidad con la Caja General, con sede en Tenerife, cree que algunos clientes que ahora trabajaban con Caja Madrid o Bancaja se pueden ir a la General con tal de no trabajar con la Insular.